Médico y escritor, autor de «La puerta torcida»

Javier NEIRA

José Antonio Álvarez Riesgo, médico y escritor, es el autor de una reciente novela, «La puerta torcida», de carácter policiaco y esotérico que se desarrolla en torno a la Catedral de Oviedo. Álvarez Riesgo, que firma como Antón Riesgo, es natural de Avilés, estudió Medicina en Oviedo, trabaja en Avilés y es vecino de Oviedo. Realizó asimismo una licenciatura y un máster en Salud Pública en la Universidad Libre de Bruselas.

-¿Una puerta torcida?

-Se refiere a una de las arcadas de la fachada principal de la Catedral de Oviedo, que efectivamente está torcida. La novela, de carácter histórico, se desarrolla básicamente en el entorno de la Catedral, que es el hilo conductor con un sentido esotérico, pero también considerando la historia de la ciudad y de su primer templo.

-Sin destriparla, ¿puede contar qué sucede en su novela?

-Un profesor se ve implicado en la resolución de un crimen que se produce en Oviedo y vinculado con la Catedral. Ocurre en 2004 al poco del 11-M. Aparece un hombre colgado en el segundo piso de la torre de la Catedral. Ahorcado. Y cerca de la estatua de Alfonso II surge un personaje vestido de blanco, recitando un mantra hindú. A partir de ahí se desarrolla la historia.

-¿Quién es el investigador?

-Un profesor de Historia Medieval al que ayuda un policía.

-¿Se inspiró en algún catedrático de la Universidad de Oviedo?

-No, en absoluto. Hay un correlato entre la Catedral de Oviedo y El Escorial. Alfonso II el Casto construyó la basílica primitiva pensando en el templo de Salomón en Jerusalén, según indica el obispo Pelayo en el «Libro de los Testamentos». Eso mismo intenta Felipe II con El Escorial. Por otra parte, los jefes de obra de la Catedral de Oviedo, ya en el siglo XVI, proceden de Trasmiera, en Cantabria, de la Cofradía del Voto. Y de esa misma cofradía Juan de Herrera saca a los trabajadores para construir El Escorial. En el Norte los principales núcleos medievales de constructores estaban en Ribadesella, hablaban el ergue. Emparentaban con el lenguaje de la pantoja que se hablaba en Trasmiera. Juan Cerecedo el Viejo y Juan Cerecedo el Joven, del siglo XVI, también eran de ahí. Juan de Herrera era cántabro. La Catedral de Oviedo es un punto iniciático con mil ecos y referencias.

-¿Puede rastrearse en su novela algún plano del tesoro?

-Puede rastrearse más bien la herencia de una cofradía antigua que acaba vinculada con la Catedral de Oviedo y, concretamente, con el olivo del cementerio de peregrinos que, según la tradición, se trajo hacia el año 1000 desde Jerusalén, del Huerto de los Olivos.

-Ahora lo han ahogado con la ampliación del Museo Arqueológico.

-Sí, está machacado.

-¿Los personajes de su novela son hijos de la luz o de las tinieblas?

-De la luz, básicamente. Enlazan también con la antigua iglesia de Santo Tomás de Canterbury donde hay muchas cruces templarias. Allí hubo un asentamiento francés en el siglo XI. Conectaban con La Rochelle desde donde traían las especias y venían a buscar la sal. La primera construcción religiosa de Avilés está encomendada a San Nicolás de Bari, patrono de La Rochelle, el puerto templario por excelencia de Francia.

-Los hay que se consideran aún herederos de los templarios.

-Hay gente que se siente depositaria de una tradición anterior, pero lo cierto es que la orden se extinguió a partir de la persecución del Papa Clemente V y del rey Felipe el Hermoso, en 1307. A los principales templarios los ajusticiaron en la víspera de San José de 1314, curiosamente, en la isla de los judíos.

-¿No fue en octubre?

-No, en octubre lo que se produjo fue la detención, un viernes. De ahí la tradición del viernes negro.

-¿Un relato de tesoros?

-Claro, el Montsacro es el penúltimo eslabón de las reliquias de la Cámara Santa cuando vienen hacia el Norte huyendo de los árabes. Están durante siete años en el Montsacro antes de pasar definitivamente a la Catedral de Oviedo.

-¿Puede esbozar una guía para seguir su relato?

-Las principales referencias son la Catedral, la zona antigua de Oviedo, un poco de Avilés, reminiscencias del Camino de Santiago y ciertas dispersiones incluso al Israel hebreo, el Mizraim. Hay tradiciones de naturaleza esotérica con el rito Mizraim de noventa y nueve grados, propios de algunas órdenes iniciáticas.

-¿Ha descubierto por qué la Catedral de Oviedo tiene una sola torre?

-La decisión es de 1507. La toma el obispo García Villascusa de acuerdo con los poderes fácticos de la ciudad. Alegó que no había dinero, pero la construcción duró hasta 1800 prácticamente. Juego con la hipótesis esotérica según la cual el gótico aparece de repente en torno al año 1200, con la Orden del Temple y Bernardo de Claraval, y dura sólo dos siglos. Su desaparición se vincula con la maldición del Temple y Jacques de Molay. La maldición dura hasta la Revolución Francesa, según una leyenda, al cortarle la cabeza al rey un desconocido saltó al patíbulo, empapó sus dedos de sangre y dijo: «Yo os bautizo en nombre de la libertad, Jacques de Molay ha sido vengado».