Alguien decía que no hay nada más fácil que unir a los descontentos y rencorosos y formar un ejército con ellos.

No es la «conjura de los necios». La «conjura de los fracasados», la formada por los señores Gutiérrez de Terán, Tolivar Alas y López es el mejor ejemplo de esta idea. Efectivamente, Wenceslao López perdió las elecciones en Oviedo contra Luis Riera y, desde entonces a aquí, han pasado más de treinta años en los que como una especie de Guadiana político, de vez en cuando asoma la mano de la alcantarilla (al estilo de las viñetas de Peridis), tratando de reclamar un lugar al sol en la AMSO.

Es digna de admiración la titánica voluntad de este señor al que los ovetenses le debemos su negativa a construir un campo de fútbol digno para el Real Oviedo. Le podríamos llamar «Wenceslao o la tenacidad».

Lo de Leopoldo Tolivar tienen más «miga» porque siendo bisnieto de Clarín y catedrático de Derecho Administrativo su fracaso político al frente del PSOE local es de los que hacen historia. Siempre se ha movido bien en el entorno de los chiringuitos socialistas facturando informes de todo tipo y dudosa utilidad. Aparecía, cómo no, según conocimos en los correos de «Voxpopulis» y permanentemente en las negociaciones de la Sindicatura de Cuentas, a la que hay que suponer tenía en su cartera de clientes. Otro socialista del «régimen» que no ha sabido digerir su estrepitosa derrota política en Oviedo frente a Gabino de Lorenzo.

Gutiérrez de Terán es una destacadísima figura de la arquitectura conocida por llevar 30 años viviendo del régimen socialista como consejero del Gobierno regional, como adjudicatario «digital» de proyectos varios y como becario de lujo de un chiringuito alimentado por las subvenciones públicas.

¡Vaya trío! ¿Qué les une? Su vocación por el fracaso político en Oviedo.

Esta realidad conviene saberla y tenerla bien presente a la hora de valorar las opiniones de estos señores sobre cualquier asunto, sobre todo si se refiere a Oviedo, porque el rencor es una enfermedad del alma que contamina todo lo que tocan quienes la sufren.