Elena FERNÁNDEZ-PELLO

«Asturias con Bici» quiere hacer de Oviedo la capital verde de Europa. Ésa es la propuesta, a largo plazo, que la asociación de ciclistas presentó recientemente al teniente de alcalde del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo; pero para ello la ciudad ha de iniciar una serie de acciones en favor del transporte sostenible.

El catedrático de Derecho y miembro de la asociación Francisco Bastida explica que, al poco de constituirse la nueva Corporación, tras las elecciones del pasado 22 de mayo, mantuvieron una reunión con el edil popular para exponer sus reivindicaciones e iniciativas, como la de cerrar el centro de la ciudad, una vez al mes, al tráfico de vehículos de motor y reservarlo a las bicicletas, o celebrar una feria de ciclismo urbano. Sería la primera de España dedicada a ropa y complementos para ciclistas urbanos.

«Oviedo sería una buena candidata a capital verde, después del fallido intento de hacer de ella la capital europea de la cultura, pero para eso hay que promover medidas efectivas, más allá de la propaganda y la cosmética», sostiene Bastida.

La aplicación del «plan 30» en Oviedo ha sido decisiva pero, según el abogado, no es suficiente; hay que mejorar. Por ejemplo, «Asturias con Bici» ha solicitado al Ayuntamiento que facilite el acceso a los autobuses urbanos, que actualmente no permiten que entren esos vehículos. En una ciudad plagada de cuestas, la colocación de portaequipajes o la posibilidad de viajar con la bicicleta en algunas líneas u horarios animaría a muchas personas, dicen, a utilizarla en sus desplazamientos. Eso ya puede hacerse en los trenes de corto recorrido de Feve sin previo aviso. El ferrocarril reserva un espacio en sus vagones para las bicicletas que, aunque a juicio de los ciclistas, resulta insuficiente, sí facilita sus desplazamientos. «No tienen por qué ser todos los autobuses, bastaría con algunas líneas, las de las facultades o el Hospital Universitario Central de Asturias a determinadas horas», refiere Bastida. Otra posibilidad que se ha planteado es colocar en los autobuses urbanos un soporte para el transporte de bicicletas fuera del vehículo.

«Sabiendo que el autobús ofrece esa posibilidad, habría más gente que usaría la bicicleta», coincide Carlos Tejo, otro miembro de la asociación «Asturias con Bici», lo mismo que su compañero Fernando Cabricano, que se mueve por la ciudad en una bicicleta eléctrica, adaptada a su discapacidad. «La bicicleta ocupa menos que una silla de ruedas. Entonces, ¿por qué las sillas de ruedas sí y las bicicletas no?», plantea. Bastaría un poco de buena voluntad, dicen. «Las bicicletas normales podrían ir en la parte central del autobús», señalan, pero admiten que, sobre todo, es «necesario que la gente colabore dando facilidades en vez de poner trabas».

«Se pierde el tiempo discutiendo sobre llevar corbata o no al Congreso de los Diputados, una decisión que supone un ahorro insignificante comparado con el que podría suponer el uso de la bicicleta», afirma Cabricano. «Promover el uso de la bicicleta reportaría un gran ahorro y, además, es saludable», añade. Y por si fuera poco, la bicicleta «es una fuente de empleo y negocio». Apunta, por ejemplo, la posibilidad de organizar rutas turísticas en bicicleta por Oviedo y sus alrededores.

De ésa y otras iniciativas similares se propone dar cuenta el próximo otoño «Asturias con Bici» a todos los grupos políticos con representación municipal (PP, FAC, PSOE e IU). A partir de ahí, y en especial con el inicio del curso universitario el próximo mes de octubre, la intención de los ciclistas es que se mejoren las condiciones para poder utilizar un medio de transporte ecológico por las calles de Oviedo.