Isabel BALLINA

Uno de los cinco locales de copas del casco antiguo de la ciudad imputados por la venta del «gas de la risa» ha sido absuelto por el titular del Juzgado número dos de Oviedo, que ha dictado una sentencia provisional absolutoria.

El argumento es que esta sustancia es utilizada también con fines hosteleros, para incorporar espuma a algunos platos. Su venta se realiza legalmente en establecimientos mayoristas de hostelería, «y en supermercados», apuntó ayer un hostelero. El juzgado número 3, en el que también se lleva al menos uno de los casos contra los locales en los que se comercia con esta sustancia, dictará sentencia en el mes de septiembre.

El problema de las cápsulas de óxido nitroso radica en que la inhalación de su contenido provoca efectos nocivos, a corto y largo plazo, para la salud, según informes médicos que maneja la Policía. Por ello la fiscalía antidroga de Asturias ordenó una operación judicial, que fue realizada el pasado 13 de mayo en diez locales de copas de Oviedo. Se intervinieron 30.000 cápsulas de óxido nitroso, en cinco bares de copas, que suministraban el «gas de la risa» en la barra a jóvenes adolescentes de entre 14 y 18 años, por un precio inferior a los tres euros. En los otros cinco locales registrados en la operación no se detectó la distribución de esta sustancia.

Los jóvenes consumían esta sustancia en globos hinchados con los sifones utilizados en hostelería, y definen los efectos del «gas de la risa» como una sensación «de euforia». El consumidor puede exhibir un rostro sonriente o caer en un ataque de risa incontrolada. La duración de este «subidón» dura apenas un minuto, pero sus efectos a largo plazo, con un consumo continuado, pueden provocar asfixia, desmayos y encharcamientos en los pulmones, así como posibles trastornos neurológicos. Un informe de Delegación de Gobierno apunta que «respirar óxido nitroso provoca que se irriten los ojos, la nariz y la garganta, causando tos y falta de aire, pudiendo causar sensación de pérdida de conocimiento y en niveles muy altos incluso la muerte. Una exposición elevada repetida en el tiempo puede afectar al sistema nervioso, producir debilidad, hormigueo, mala coordinación o dañar los glóbulos sanguíneos».