Director titular de la orquesta «Oviedo Filarmonía»

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

El florentino Marzio Conti asumió la dirección titular de «Oviedo Filarmonía» a finales de primavera. El sábado pasado actuaron en el Festival Internacional de Santander (FIS) y tienen por delante dos conciertos excepcionales en Oviedo: el del 19 de agosto en la plaza de la Catedral, con bandas sonoras compuestas por Nino Rota -«La strada»- y John Williams -«Star wars», «E.T.» y «Harry Potter»-, y el 2 de septiembre, por primera vez con la Sinfónica del Principado (OSPA) en el Auditorio.

-¿Satisfecho de su actuación en el Festival cántabro?

-Ha sido un éxito, tanto entre la organización del concierto como entre el público. Fue magnífico, increíble. El director artístico del Festival es un entusiasta del nuevo ciclo que ha iniciado la orquesta. Tenemos muchos compromisos para el año que viene pero si hay fechas libres volveremos. Es cuestión de agenda, no de voluntad. Actuar en el Festival de Santander es importante para nosotros, un honor.

-¿Qué caracterizará a este ciclo de la orquesta?

-Un nuevo director, un nuevo programa, un repertorio nuevo y, si las condiciones políticas y económicas lo permiten, mayor presencia social de «Oviedo Filarmonía», entre los estudiantes, en la Universidad, en los centros sociales... Se pueden hacer muchas cosas, tocar con las bandas de gaitas... Sí, muchas cosas.

-Van a cambiar los escenarios.

-Mi intención es cambiar el escenario y renovar el público, que las nuevas generaciones asistan a los conciertos. Oviedo debe pensar en el futuro.

-¿Preocupándose de educar musicalmente a sus jóvenes?

-La cultura es un valor fundamental para toda la sociedad. Una clase política fuerte y una economía de excelencia no son posibles sin ella. La cultura debe ser el pan nuestro de cada día. No se trata sólo de hacer negocio, es una inversión de futuro, para que la próxima generación sea más fuerte. Todas las grandes civilizaciones lo han sabido: la egipcia, la griega, la india, la china... La cultura aumenta la fuerza vital del espíritu, fortalece al individuo y le hace más capaz de afrontar el futuro. Eso lo han entendido perfectamente los chinos. ¿Sabe cuántos concertistas de piano hay en China?

-Ni idea.

-Cuarenta millones de pianistas. De viaje en Seúl, a dirigir un concierto en la Ópera, estaba comiendo y una señora se me acercó, me había reconocido como el director del concierto. Se presentó diciéndome que tenía un negocio de importación y exportación de piñas con Irán y que era fagotista. ¿Sabe lo que eso significa?

-Diga.

-Que la civilización que dirige la economía mundial ha comprendido que aprender música o arte es tan importante como aprender física, matemáticas o economía.

-En Oviedo, ¿encuentra receptividad hacia esa percepción de la cultura?

-El alcalde Gabino de Lorenzo ha hecho un gran trabajo, todas las fuerzas políticas lo están haciendo y hay que seguir por ese camino. Oviedo es un ejemplo. Cuando cuento en Italia que tiene dos orquestas, una temporada de ópera, zarzuela y un teatro como el Campoamor no lo pueden creer. La cultura no cuesta nada, muy poco, incluso si fuera cara merecería la pena el esfuerzo. Si hacemos cultura con convicción y fuerza el resultado siempre será bueno.

-Manifiesta una fuerte convicción.

-Pero nuestra labor no es suficiente, de nada vale si el Gobierno central no invierte en llevar la cultura y la música a la escuela. Una orquesta no puede resolver el problema, la solución la tienen los políticos. Soy testigo de cómo una nación como Italia, con el setenta por ciento de los bienes artísticos del mundo, se está autodestruyendo. La cultura es un antídoto contra la brutalidad. Hay que combatir por la belleza, un término que hoy suena extraño.

-Italia es, entonces, un modelo a evitar.

-Hay que conocer lo que han hecho sus políticos y evitarlo. Dirigí la Sinfónica de San Remo durante seis años y vi cómo destruían la cultura de la ciudad: si no hay negocio no hay cultura.

«Cuento que Oviedo tiene dos orquestas, ópera, zarzuela y el Campoamor y en Italia no lo pueden creer»