Lucía GAYO

«Crescendo, crescendo», les indica el director italiano Marzio Conti a sus músicos, y batuta en mano comienza a dirigir tanto a los músicos de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), como a los de «Oviedo Filarmonía», a los que está más que acostumbrado. Conti ha conseguido revolucionar la música asturiana al organizar un concierto entre las dos grandes orquestas de la región. El concierto se celebrará mañana, a las ocho de la tarde, en el Auditorio.

«Esta unión tiene dos objetivos. El primero de ellos es el de unir a estas dos grandes orquestas para poder interpretar obras que estas orquestas por separado no pueden tocar porque son muy pequeñas. El segundo, y el más importante, consiste en juntar a las personas, a los músicos, a la gente en general porque esto hace que se cree una situación positiva», explica Marzio Conti, padre de la idea de juntar a la OSPA y a «Oviedo Filarmonía».

El repertorio cuenta con raíces francesas y sobre todo españolas e italianas. «Elegí el repertorio porque quiero presentar la música española, italiana y francesa», cuenta Conti. Los autores elegidos para el concierto de hoy son el francés M. Ravel, el español C. Halffter y el italiano O. Respighi, del que se interpretarán dos obras.

Los músicos, acostumbrados a tocar en sus diferentes orquestas y en compañía de mucha menos gente, se muestran encantados ante esta gran idea. «Es una idea y una situación muy gratificante porque programas como el que presentamos no se pueden tocar muy a menudo. Esta experiencia habría que hacerla una vez al año», asegura Gabriel Ureña, de 21 años, miembro de «Oviedo Filarmonía» desde hace dos años y medio y principal violonchelo de la orquesta. «Esto está muy bien, aunque en un primer momento hubo que acomodarse a los nuevos compañeros, pero con las ganas todo sale», cuenta Miguel Cañas, violinista desde hace nueve años de «Oviedo Filarmonía».

Los compañeros de la Orquesta Sinfónica también están ilusionados con la iniciativa del italiano. «Es una gran experiencia y es muy interesante para poder interpretar programas de esta magnitud. Es un cambio muy grande», relata Sandrine Ferrand, que forma parte de la OSPA desde su creación, hace veinte años. «Toda la idea me parece muy buena. Es una experiencia para repetir. Además, soy italiana y estoy encantada con Marzio Conti», explica Marta Luisa Menghini, que también pertenece a la Sinfónica asturiana desde su fundación.

Por su parte, el director tiene grandes palabras de elogio para sus músicos y los de la orquesta invitada. «Son magníficos profesionales, y la idea de trabajar con ambas orquestas está siendo muy simple porque con la buena voluntad todo sale», puntualiza Conti.