L. S. N.

En la jornada de ayer declararon varios peritos que elaboraron informes técnicos cuando comenzaron a detectarse problemas en la ejecución de las obras. La mayor parte declararon como testigos de Fiaga, y dedicaron sus intervenciones a exponer los distintos defectos detectados en la ejecución de las soldaduras, como que no se había precalentado el acero antes de soldar, que no se siguió el orden adecuado para evitar que aumentaran las tensiones que deben soportar las piezas para ensamblarse, y otro tipo de defectos, ya que incluso pusieron en duda, basándose en algunos análisis, la calidad del acero empleado para construir el arco.

La mañana dio también para que declararan dos peritos propuestos por la UTE Buenavista, encargada del montaje de la estructura, y que fue expulsada de la obra cuando la constructora Fiaga y la dirección de las obras «perdieron la confianza» en su pericia para ejecutar los trabajos.

El perito de la UTE, el ingeniero y experto en soldadura Pedro Verón, contradijo la versión de los hechos dada por los anteriores técnicos, asegurando que la fisuras aparecidas fueron de tal envergadura que es imposible que se deban a problemas al soldar las piezas, y que el arco móvil se agrietó por defectos en el diseño.

Otro experto llamado a declarar por los representantes de la UTE aseguró que los más de veinte soldadores que trabajaron en la obra sí estaban homologados, algo que se había puesto en duda, y destacó que era el mismo personal que había trabajado, sin ningún problema, en el resto del complejo de Buenavista, y que «no van a perder la pericia de pronto».