Todos los esfuerzos por salvar a P. U. L., el hombre herido grave en el incendio de un piso del número 26 de la avenida de Torrelavega, fueron en vano. La víctima, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en la mayor parte de su cuerpo, perdió la vida ayer a las once de la mañana en la unidad de grandes quemados del Hospital madrileño La Paz.

La Policía ha confirmado que el incendio se produjo por un cigarrillo mal apagado en el domicilio que el fallecido compartía con su hermano, su cuñada y una sobrina de 3 años, y en el que además guardaban una docena de bombonas de butano.

El incendio comenzó el martes en torno a las ocho y media de la mañana, y fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron dos patrullas de la Policía Local, dos vehículos de Bomberos de Oviedo provistos de una autobomba y una autoescalera y dos uvi móviles.

Una decena de vecinos resultó intoxicada por inhalación de monóxido de carbono, entre ellos dos niñas de corta edad. Todos los heridos fueron atendidos en el Instituto Nacional de Silicosis y en el servicio de urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), aunque fueron dados de alta a lo largo de la jornada.

Tan sólo la vivienda en la que comenzó el fuego, un piso del entresuelo del edificio del número 26 de la avenida de Torrelavega, quedó carbonizada, por lo que la veintena de vecinos del inmueble regresó a su casa en las horas posteriores a la declaración del incendio.

La colilla mal apagada se encontró en la habitación del fallecido, que fue sacado a la calle envuelto en llamas por varios agentes de la Policía ante la mirada de los vecinos, que fueron evacuados del inmueble y abastecidos con mantas y mascarillas de oxígeno.