Javier BLANCO

A Roberto Álvarez se le ve entrando a la Facultad de Geológicas de la Universidad de Oviedo, en Llamaquique. Resulta que acude a la primera de clase de doctorado que va a recibir su novia (Laura de Pedro). En realidad Roberto Álvarez es el escritor Jorge Azcona. En ese momento no está rodando, entra de civil a ver cómo sus compañeros concluyen el rodaje de «La perla de Jorge», película producida por el ovetense Ramón Lozano y dirigida por Pablo Fernández Vilalta. Roberto Álvarez está en la cima desde hace años y prosigue con proyectos como «Tierra de lobos» o «Guernica». Hace una parada para hablar con LA NUEVA ESPAÑA y definir su personaje: «Soy un escritor muy conocido. Presionado por el arte y su universo, el escribir».

La película trata la relación de un ser humano con el arte. «Son dos historias, la de Jorge, con una amante, novia, joven, que le admira, le quiere muchísimo. Y, por otro lado, otra historia de otra pareja que es lo contrario: alguien que renuncia a lo artístico por la familia y una vida estable. Por tanto, es una película que trata de eso, de la relación con el arte y el sentido artístico que cada uno llevamos dentro», argumenta el actor asturiano.

Roberto Álvarez decidió trabajar en «La perla de Jorge» porque es una película muy personal de ambos, Ramón y Pablo. «No podemos competir con los presupuestos americanos. Sí, en la autenticidad y la poesía», reflexiona Roberto Álvarez, que sentencia: «Pablo es inflexible. Nunca me enfrenté a tanta dificultad, y soy sincero, no es hacer la pelota. La naturalidad es muy complicada. Y esto es un bodegón naturalista en el que los actores tienen que ser lógicos y naturales, y en plano secuencia», explica.

Entre el ajetreo por los preparativos de maquillaje, extras y trabajos técnicos, los protagonistas de la película conceden unos minutos a este periódico para plasmar sus impresiones sobre el filme y el cinematográfico y sugerente plató en que se convirtió Geológicas, que a todos les encanta, para orgullo de su decano, Lope Calleja.

«Queríamos huir del cemento de la Complutense y hemos puesto éste, que es una belleza», dice el director Pablo Fernández Vilalta, puesto que la acción se desarrolla en Madrid. Vilalta añade que el argumento «surge de una cita de un poeta: "La perla es a la ostra lo que la novela al escritor: su enfermedad". Y a partir de ahí enlazamos y analizamos las etapas del proceso de creación».

Laura de Pedro coincide con sus compañeros en la profundidad argumental de la película: «Soy una chica que decide hacer el doctorado. Y hoy (por el rodaje de ayer en el aula de Geológicas) es mi primera clase, que es de existencialismo», cuenta. «Soy la pareja de Roberto, más joven y muy enamorada; pero él se recluye para escribir», matiza sobre la historia. «Es un gustazo. Pasan grandes cosas, tiene una buena fotografía y un muy buen texto», concluye esta actriz navarra no sin antes alabar la cocina asturiana que degustó durante los días de rodaje.

Al productor Ramón Lozano (Manifiestofilms.es) le toca pelear con la infraestructura de la película. Cuenta que ya rodaron en la ría de Villaviciosa y alrededores, incluido Tazones. Y, sobre todo, agradece la ayuda a muchas firmas (cita, entre otras, a Fuensanta, De la Uz, Pauta, Núcleo, Galería Comercial y peluquería Leo y Borsalino), puesto que es una productora independiente que hace un gran esfuerzo de infraestructura y económico.

Los personajes de «La perla de Jorge» veranean en Asturias. Durante varios días se rodó en la ría de Villaviciosa, Tazones, Misiego y El Puntal. Y ayer se filmaba el final en Geológicas, en Oviedo. El reparto lo forman: el escritor (Roberto Álvarez), con sus peleas vitales; su novia (papel de Laura de Pedro); Koldo Losada (que interpreta al amigo íntimo del escritor) y Diana Facen (la pareja de éste) e Iñaki Crespo (director de la tesis). La banda sonora también queda en Asturias, obra del gran Ramón Prada.