Ch. NEIRA

El jazz cubano tiene dos virtudes. La primera, común a otras disciplinas artísticas salidas de la Isla, es que cuando los músicos se han formado en la Escuela Nacional de Arte es casi seguro que el nivel técnico es altísimo. Que la ejecución será impecable. Rápidos y precisos. La otra, cuestión de sangre, es algo que sólo da el Caribe y que para géneros como el jazz latino es imprescindible. Tener la sangre caliente. Ponerse a tocar con una conexión espiritual, un nervio, una pasión que no se pueden aprender.

Eso y más, porque también se inscriben en la tradición clásica de los Charlie Parker, Ornette Coleman, John Coltrane o Steve Coleman, es lo que ofrecen hoy en el Filarmónica, a partir de las ocho de la tarde, los Vistel Brothers, formación liderada por los hermanos cubanos Jorge y Maikel, trompeta el primero, saxo tenor el segundo, que ofrecen la penúltima cita del ciclo anual de jazz en un programa que redondea el pianista asturiano Jacobo de Miguel.

Naturales de Santiago de Cuba, los hermanos Vistel aprendieron en familia de su padre, Jorge Vistel, trompetista, que pronto los puso a funcionar en los escenarios, y recibieron rápido el aplauso por su madurez y capacidad de comunicación a través de la música

Por separado, explica el programa de mano de hoy, cada uno de los hermanos destaca en su instrumento, pero juntos logran una conexión casi única en sus interpretaciones. Se formaron en la Escuela Nacional de Arte de La Habana, pero desde 2006 los hermanos cubanos están instalados en España. Con su banda han participado en numerosos festivales en todo el mundo, como el Festival de jazz de Monterrey, el de las islas Bermudas, el Habana Jazz Plaza, etcétera.

A los hermanos Vistel les acompaña en la banda el pianista cubano residente en Nueva York David Virelles, Reinier Elizarde (El Negrón) en el contrabajo y Iago Fernández en la batería. Recientemente han grabado su primer disco, «Evolution».

La otra parte del programa traerá al escenario al pianista ovetense Jacobo de Miguel, acompañado por Horacio García (contrabajo) y Félix Morales (batería). De Miguel, que recientemente editó su primer disco al frente de su propio cuarteto, «Róckilo», es uno de los mejores músicos de jazz asturianos de nueva generación, salido del mundo de la clásica y crecido en un lenguaje jazzístico muy maduro, personal y despojado, que ha sido muy apreciado, en especial, en la vecina Galicia.