El local de la Asociación Parkinson Asturias se quedó ayer pequeño. Enfermos, colegas y concejales del Grupo Popular del Ayuntamiento de Oviedo arroparon a la familia del neurólogo del HUCA Luis Menéndez Guisasola, fallecido hace dos años en un accidente de tráfico, y que desde ayer da nombre al aula de la sede de la entidad. Fue un emocionante homenaje póstumo, al que además de la familia acudieron numerosos pacientes del médico.

Una proyección que resumió la vida profesional del prestigioso neurólogo, que fue un referente a nivel nacional en trastornos del movimiento, y que terminó con la última frase de una poesía que le compuso un colega catalán, «¡Hasta siempre, amigo!», sirvió de introducción al homenaje.

Menéndez Guisasola había trabajado con ilusión en la comisión de sanidad del PP, como recordaron ayer los concejales Jaime Reinares, Inmaculada González, Belén Fernández Acevedo y Trinidad Ordiz, titular de sanidad.

Su viuda, la dermatóloga Laura Campa, y sus hijos, Beatriz y Luis, recibieron numerosas muestras de cariño a lo largo de todo el acto, en el que las lágrimas fueron el denominador común.

«Fue un orgullo para toda Asturias», resumió Trinidad Ordiz durante su intervención. Después, Pilar Fernández, directora general de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, enfatizó ante los asistentes que «para un médico lo más importante es que los pacientes reconozcan nuestro trabajo, como ocurre ahora con el doctor Guisasola», al tiempo que destacó sus cualidades profesionales. Amada Pérez, presidenta de la Asociación Parkinson Asturias, que durante todo el acto también estuvo muy emocionada, le entregó a Laura Campa un ramo de tulipanes, una flor que escogió este colectivo de enfermos como símbolo. «Las flores no están muy bien, pero la compañera que fue a comprarlas ayer se cayó y rompió un hombro, por eso quisimos entregarte éste», relató la presidenta de la asociación.

Después se descubrió, a la entrada del salón de actos, una tabla tallada con el nombre del doctor Menéndez Guisasola, que había sido trabajada por uno de los miembros de este colectivo de enfermos, Fernando Aza. La placa se descubrió mientras la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo» tocaba el «Asturias, patria querida».

Pero no terminó aquí el homenaje, ya que representantes del equipo médico de genética del HUCA entregaron a la viuda del médico un póster en el que recogieron las publicaciones más notables en las que participó el añorado neurólogo. Y Laura Campa, muy emocionada, lo agradeció, igual que todas las muestras de cariño que recibió durante este acto.