Una semana y un día de ocupación. Éste es el tiempo que hace que los «indignados» del 15-M han «liberado», como les gusta decir, la vieja sede de la Consejería de Salud del Principado, en la céntrica calle de General Elorza. Los jóvenes no hicieron oficial la ocupación hasta el martes por la noche, y ayer celebraron su primera asamblea ciudadana, en la que participaron medio centenar de vecinos y simpatizantes con la causa del 15-M y la toma del edificio, que es propiedad de la constructora pública Sedes. Precisamente a última hora de la mañana de ayer la empresa denunció ante la Policía Nacional de Oviedo el allanamiento de su propiedad. Ahora la decisión del desalojo está en manos del juez.

Hasta que esto se produzca la vieja Consejería de Salud seguirá ocupada por los jóvenes del 15-M, que la quieren usar como centro social y como sede de sus asambleas semanales.

En la de ayer, los jóvenes explicaron, desde el balcón trasero del edificio, que han elegido la antigua Consejería como ejemplo de la «especulación urbanística», ya que fue utilizada como moneda de cambio en la operación de la compra por parte del Principado de las alas del Calatrava. Por eso, argumentaron, «la liberación de este espacio público está legitimada».

Un grupo entre 50 y 70 jóvenes lleva trabajando en su acondicionamiento ocho días. Los «okupas» están limpiando el edificio para utilizarlo como un centro social en el que realizar exposiciones, talleres, debates «o lo que la gente quiera», asevera Pablo Álvarez, uno de los portavoces del movimiento. Para evitar problemas, y tras la entrada en el edificio, «realizamos un inventario de todo lo que había», explica Álvarez. Este portavoz del 15-M asegura que cuando el equipo encargado de tomar el edificio inició la «ocupación» no hizo falta reventar cerraduras ni candados, ni utilizar ninguna clase de violencia, «ya que alguien había entrado para robar, y no una sola vez».

En la cita de ayer no faltaron miembros de la Asociación de Vecinos de Pumarín. Su presidente, José Sariego, mostró su apoyo al movimiento, ya que una de las viejas reivindicaciones de la asociación es la de «dar uso a este edificio en beneficio de todos los ovetenses». El apoyo a los jóvenes también llegó desde el Partido Comunista de Asturias, que aplaudió la iniciativa del 15-M como una de las únicas vías posibles «si queremos salir de la crisis». Mientras, muchos simpatizantes ofrecían víveres. «Tenemos de todo, muchas gracias», decían.