El próximo día 26 la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, con su antiguo director Maximiniano Valdés al frente, será la primera española que ofrezca un concierto en el Vaticano ante el Papa Benedicto XVI. Será en la sala Nervi, o sala Pablo VI, y lo hará con un programa de música española por expreso deseo de Benedicto XVII, concierto en el que se incluirán «La danza del fuego» de Falla, «Triana y Lavapiés» de Albéniz y Rueda, el «Sombrero de tres picos» de Falla, «Don Juan» de Strauss y «Capricho español» de Rimsky Korsakov.

Es la Fundación Cristina Masaveu la que patrocina este concierto histórico para la OSPA y que se celebrará en una sala con capacidad para 12.000 personas, transmitida por radio y televisión a 40 países con una audiencia potencial de 1.500 millones -sí, han leído bien- de personas. Algo así como si se tratase de un partido internacional del Barcelona o del Real Madrid. El arzobispo de Oviedo Jesús Sanz, que asistirá junto con varios centenares de asturianos al concierto, ha manifestado que «la vida tiene música y letra y que el cristianismo y sus artistas se expresan en la belleza, la creencia y el compromiso con la cultura». Jesús Sanz ha ido en los últimos meses varias veces al Vaticano para preparar el concierto que lleva gestándose hace más de un año, recibiendo la indicación de Benedicto XVI de que desea escuchar música española y no los réquiems, especialmente de Mozart, que le suelen ofrecer.

Para la OSPA esta actuación supone poner un broche de oro a su vigésimo aniversario y, como digo, todo arrancó hace un año por la intervención del entonces obispo auxiliar de Asturias Raúl Berzosa, la consejera de Cultura Mercedes Álvarez, el viceconsejero de Promoción Cultural Jorge Fernández León y la gerente de la OSPA Ana Mateo. Desconozco qué representación enviará el Principado de Asturias al Vaticano el próximo día 26, aunque supongo que la encabezará el titular de Cultura, Emilio Marcos Vallaure.

La OSPA está compuesta por profesores de 20 nacionalidades procedentes de varios países de la Unión Europea, Rusia, EE UU y Latinoamérica, siendo heredera de la Orquesta Sinfónica de Asturias que inició su trayectoria en 1939 de la mano de Amalio López y a la que contribuyeron figuras como Ángel Muñiz Toca, Vicente Santimoteo, Benito Lauret, Alfonso Ordieres y Víctor Pablo Pérez, habiendo celebrado su primer concierto oficial el 12 de mayo de 1991 en el teatro Campoamor, dirigido por Doron Salomón, siendo su primer director titular Jesse Levine. La Orquesta Sinfónica del Principado es un organismo autónomo de la Consejería de Cultura.

Para Asturias, este acontecimiento cultural es muy importante, por lo que hay que suponer que se aprovechará el mismo para la máxima promoción turística de nuestra comunidad autónoma.

La Universidad de Oviedo encara el año 2012 con ciertos eventos interesantes, complemento de su actividad docente. Para empezar, el día 13 de enero distinguirá, en un solemne acto a celebrar en su biblioteca central, con el título de doctor honoris causa al empresario cangués José Cosmen Adelaida, quien a sus 83 años podemos considerarle el emprendedor más internacional de la Asturias contemporánea. La figura de este empresario, verdadero maestro del transporte de viajeros por carretera, será glosada por el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Oviedo Joaquín Lorences, quien es de la zona occidental (Bodenaya, Salas).

Amigos de la Universidad de Oviedo, con la colaboración de la propia institución, han comenzado también a preparar otro aniversario: el cincuenta del club de fútbol Universitario, actualmente militando en la Tercera División y cuyo presidente es el propio rector Vicente Gotor y su entrenador desde hace trece años Pulgar. La Asociación Deportiva de la Universidad de Oviedo se creó en 1962, siendo rector José Virgili Vinadé, y por ella han pasado jugadores importantes. Siendo Miguel del Valle, director de deportes de la Universidad asturiana, Quique Veiga, Chus y otros responsables de la parcela deportiva, que desarrolla su actividad en el campo de San Gregorio, han comenzado a preparar los actos, modestos pero afectivos, dados los tiempos de crisis que vivimos, para celebrar el medio siglo de existencia de este club de fútbol nutrido exclusivamente por estudiantes o licenciados salidos de la propia Universidad y que siempre ha estado abierto a jugadores de distintos países, caso actual del voluntarioso japonés Takamoto quien, además de ser un buen lateral, le noto que cada vez domina más el castellano, aparte de sentirse arropado en los partidos por un grupo de compatriotas que no pierden detalle de sus jugadas. Claro que el gran acontecimiento en el 2012 para la Universidad de Oviedo tendrá lugar en la próxima primavera cuando se elija nuevo rector. El actual, Vicente Gotor, ya ha expresado su deseo de repetir, lo que hará también como candidata por segunda vez la catedrática Paz Andrés. Por el momento son los único aspirantes.

El próximo sábado, como es tradicional una vez al año y desde hace veinte, se reunirán en Oviedo los miembros de la asociación «La Faragaya», compuesta por medio centenar de miembros de la familia García Rodríguez, una familia de emprendedores empresariales, oriunda del vecino concejo de Las Regueras, reunión que realizan en recuerdo y homenaje a sus mayores, Manuel García Tamargo, a quien todos conocían por «Corredoria», y su esposa Romualda Rodríguez. Tras la misa en la iglesia de Las Esclavas, comida de confraternización en el hotel Principado del que, precisamente el hijo mayor del matrimonio, Alfredo García Rodríguez, fue muchos años director cuando no había personaje famoso que visitase Oviedo y no se alojase en el citado establecimiento sito en la calle San Francisco, hoy propiedad del empresario Manuel Cosmen Adelaida y gestionado por NH Hoteles. Como también es una tradición en esta reunión, los asistentes cantarán «El judío errante», la preferida por el abuelo homenajeado Manuel García Tamargo.