Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Proteger las fortificaciones de la Guerra Civil y declararlas bien de interés cultural. Este es el objetivo del grupo municipal IU-Los Verdes, que ayer presentó una proposición dirigida al pleno del Ayuntamiento, para la incorporación al catálogo de edificios y elementos de interés del concejo de las construcciones bélicas vinculadas a la Guerra Civil y diseminadas por todo Oviedo, así como su declaración como bien de interés cultural por parte de la Consejería de Cultura. La iniciativa, registrada ayer por la mañana, llega después de la demolición, el pasado 9 de diciembre, de una casamata en La Ería, la única que se conservaba, prácticamente intacta, del bando nacional.

El portavoz de IU, Roberto Sánchez Ramos, apela a la ley de Patrimonio del Principado, concretamente su apartado n.º 11, que contempla la protección de conjuntos arquitectónicos y de lugares de interés histórico. Sánchez Ramos presentó su proposición como «la moción más larga, la moción de 175 menos una, de todas las que se han presentado en los últimos 25 años en el Ayuntamiento». Se refería así al número de estructuras bélicas catalogadas en 2009, entre las que figuraba la ya desaparecida de La Ería, para las que pide protección.

«Oviedo solo es comparable a Huesca en cuanto a su riqueza en esa arquitectura de guerra», indicó y recriminó al concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, sus justificaciones. «La culpa es del palista y de los de Arama que no volvieron a insistir, vino a decir», le echó en cara. La demolición, puntualizó Sánchez Ramos, fue premeditada, no casual, ya que para ella se utilizó una pala específica, dada la contundencia de la construcción «de hormigón armado con viguería de hierro».

Sánchez Ramos presentó la proposición acompañado por Artemio Mortera, presidente de Arama (Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana). Este destacó el hecho de que de las quinientas estructuras bélicas censadas en toda Asturias, 175 están en Oviedo, «un 35%, y esa es una proporción muy grande, lógica porque el eje de la lucha en Asturias fue Oviedo». Arama informó al Ayuntamiento del interés de la casamata de La Ería y solicitó su protección, sin obtener respuesta, según su presidente. Éste contó que Foro Asturias, en noviembre, presentó una moción para conservar y hacer rutas para visitar las edificaciones defensivas de la Guerra Civil, que fue aprobada por unanimidad en la Comisión de Cultura. «Estaban previstas dos rutas en el Naranco y una ruta urbana, y precisamente esta casamata de La Ería era la estrella de esta última», lamentó.

La asociación también había pedido protección para dos nidos de ametralladoras, en El Campón y en La Florida. Antonio Huerta, autor del catálogo de construcciones de la Guerra Civil, refirió que en 2007, por encargo del Principado, documentó 155 construcciones en Oviedo y entregó esa información al Ayuntamiento, con su situación, características y estado de conservación. En la revisión de 2009 registró 175. «Es un patrimonio de todos. No solo Arama protestó, también lo hizo la Hermandad de Defensores de Oviedo y ciudadanos anónimos», hizo ver.