Diego DÍAZ

Había el jueves expectación en La Madreña por ver a Nacho Vegas no como cantante, sino como ponente, en una charla junto al filósofo César Rendueles y moderados por la escritora Sofía Castañón, y en un escenario tan inusual como el de un centro social ocupado. Y Vegas no defraudó a sus fans.

El músico gijonés hizo una defensa razonada y razonable de internet como nuevo canal de difusión artística que abre enormes posibilidades a los creadores. Tan lejos de la soflama pirata como del pánico tecnófobo que parece haberse adueñado de muchos de sus compañeros de profesión, Vegas recordó sus inicios musicales en los 90 y los comparó con un presente en su opinión mucho mejor, «cuando era guaje y empezaba a comprar discos, recuerdo lo difícil que era conseguir cierto tipo de música menos comercial. Tenías que comprar por correo a tiendas de Madrid o Barcelona, o pedir tal disco a un amigo para que te lo trajese de Londres». También puso el ejemplo de las giras fuera de casa, muy difíciles para los grupos pequeños en la era pre-MP3. El cantautor predica además con el ejemplo, su último disco puede descargarse libremente en la red.

Menos conocido por el gran público, su compañero de mesa, César Rendueles, profesor de Filosofía en la Universidad Complutense y de la Carlos III y adjunto a la dirección del Círculo de Bellas Artes de Madrid, arrancó de una forma provocadora: «Soy un conservador». Acto seguido matizó: «son los derechos de autor y el copyright lo que es relativamente novedoso en la historia de la cultura». En opinión de Rendueles las nuevas tecnologías están convirtiendo los productos culturales en «bienes públicos» cada vez más accesibles y por lo tanto difíciles de comercializar. El filósofo advirtió, sin embargo, de que, bajo cierto discurso a favor de la llamada cultura libre, existe «un poso neoliberal y darwinista, porque si estamos en contra de lo que la derecha dice a los parados, reciclaos o morid, no podemos caer en el mismo discurso con respecto de los artistas».

Para Rendueles es necesaria la figura del mediador cultural, «hace falta gente que cribe. Internet está lleno de cosas infumables» y el papel de lo público: «Creo que no vendría mal recuperar parte de lo que decía la izquierda en los años 70 sobre la cultura. El Estado debería apoyar la producción y la difusión cultural, así como a los artistas. Es necesario un sector cultural público que financie lo que el mercado no financiaría nunca».

Entre las frases de la noche quedaron la de Vegas: «Nunca me he sentido robado. Descargar música no es robar» y la de Rendueles: «La lucha contra las descargas ilegales me recuerda a lo que alguien dijo sobre la guerra contra las drogas. De momento ganan las drogas».