Ch. NEIRA

Nadie sabe cómo será el nuevo gobierno municipal sin Gabino de Lorenzo al frente. O nadie se atreve a aventurarlo. Si, como el propio Alcalde daba por seguro en su bando de despedida, a pesar de que tendrá que mediar una votación, su sustituto es el actual alcalde en funciones y hasta ahora número dos de las listas municipales del PP, Agustín Iglesias Caunedo, el entorno de la nueva cabeza del Consistorio guarda silencio sobre la forma en que organizará el equipo de gobierno.

Por ahora, y mientras la maquinaria municipal ya habrá puesto en marcha la sucesión de plenos que conduzcan, en dos semanas, a la votación e investidura del nuevo alcalde, el grupo municipal del PP de Oviedo tiene previsto reunirse mañana miércoles. Será una reunión de concejales populares y lo previsible es que en ella se trate la reorganización de la estructura de mando del Ayuntamiento.

El problema es que hasta la fecha Gabino de Lorenzo había impuesto un estilo de gobierno muy personalista en el que la actividad grupal, lo asambleario, por llamarlo de alguna forma, el trabajo en equipo, no entraba dentro del orden del día. El grupo municipal del PP se lo permitía porque De Lorenzo era mucho De Lorenzo. Está por ver si Agustín Iglesias Caunedo quiere y puede reeditar las maneras de su maestro en la vida política o si, por el contrario, ofrece una posibilidad a que todos los compañeros se pongan a remar en la misma dirección conociendo el rumbo y las condiciones de la mar.

Dentro del grupo municipal del PP no se oculta que la salida de Gabino de Lorenzo ha dejado muy huérfanos a sus compañeros. En la toma de posesión de ayer no hubo prácticamente ninguna referencia a su anterior etapa como alcalde, apenas una frase, y por lo demás dio la sensación de que tras un borrón y cuenta nueva De Lorenzo se había enfundado el traje de delegado del Gobierno y se había olvidado de todo lo relacionado con la casa que dirigió durante veinte años y medio.

En los últimos días previos a esta toma de posesión ha habido alguna declaración que tampoco ha sentado demasiado bien a los que se han quedado. Gabino de Lorenzo protagonizando en solitario los logros del «gabinismo» sin mencionar a los concejales que durante estos cinco mandatos y un año del sexto le han acompañado, no ha sido recibido como la mejor de las maneras de decir adiós por parte de algunos militantes del Partido Popular en Oviedo.

Si hay, como parece, cierto malestar interno dentro del grupo municipal, o al menos cierta inquietud por la evolución de los acontecimientos durante los próximos días, también la hay sobre la lista de los nuevos concejales populares. En las dos semanas que restan para el pleno de investidura del próximo alcalde no está previsto que haya más renuncias que las ya conocidas del propio De Lorenzo y del concejal de Urbanismo, Alberto Mortera. Y que la lista corra para la incorporación de Alfonso Pereira y Gerardo Antuña a la Corporación municipal. Pero todo el mundo da por seguro que la lista, una vez que tome posesión el nuevo alcalde, seguirá corriendo. Se da por seguro que entrará Gema Lana Remesal, que iba en el puesto catorce en las listas de las municipales, y que también podría haber hueco para María Covadonga Díaz Álvarez.

Las dos pertenecen a la cantera de Nuevas Generaciones, un mundo que Agustín Iglesias Caunedo conoce y controla a la perfección. Pero para que la lista corra hacen falta más renuncias. En los círculos populares todo son quinielas pero ninguna certeza.

Quien teóricamente tendría más papeletas para abandonar la nave municipal sería Jaime Reinares, un político de largo recorrido que, salvo que esté llamado a ser una pieza clave en el nuevo equipo, bien podría recibir de su partido uno de esos cargos que se interpretan como una plácida jubilación anticipada. Por ahora, según fuentes del entorno del concejal, no ha recibido ningún ofrecimiento. Pero la lista no acaba ahí. Las quinielas populares insisten en que Jorge Menéndez Vallina, el empresario, ingeniero de minas, también salido del ámbito de Nuevas Generaciones, actual concejal de Cultura, podría encontrar nuevos destinos lejos del Ayuntamiento.

Cuestión nada menor ante todas estas incógnitas es qué beneficio podrían obtener los partidos de la oposición, en especial la segunda fuerza con mayor representación, Foro Asturias, de toda esta reconstrucción de la estructura municipal. La respuesta, dentro de dos plenos, este mismo mes.