Elena FERNÁNDEZ-PELLO

«Los españoles tenemos un pasado del que estar orgullosos, muy glorioso», proclamó Jorge Álvarez Palomino al término de la presentación de su primera novela, «Pavía». El joven cuenta ahora con 17 años y con 15 empezó a escribir este relato sobre la batalla que españoles y franceses libraron a principios del XVI en la ciudad italiana. Su padre, Jorge Álvarez García-Bernardo, presentó el acto, organizado ayer por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA en colaboración con Iniciativa Reconquista Astur.

El progenitor del autor comentó la novela, «una historia muy ágil y documentada», que entre las hazañas bélicas incluye episodios amorosos y humorísticos. Luego su hijo tomó la palabra para dar cuenta del contexto histórico en el que se desarrolla la narración, «una época con sus luces y sus sombras» y en la que «Europa era un gran campo de batalla».

En aquel tiempo convulso, «a espadazos y tiros de arcabuz se abrieron paso nuestros antepasados», puso de manifiesto, y para todos ellos pidió el reconocimiento que «la leyenda negra» y la mala memoria les han negado.

El novelista centró la confrontación entre Francia y España. «A principios del siglo XVI el mundo estaba cambiando, Francia decidió que no importaba, que ellos no iban a hacerlo; en España, los Reyes Católicos se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo y decidieron aprovecharlo, para crear una potencia», expuso. Así que, continuó, «cohesionaron el país y empezaron a mirar hacia afuera».

Es ahí donde se encuadra la batalla de Pavía, en la que Fernando Francisco de Ávalos, marqués de Pescara, capturó al rey de Francia. Lo hizo, indicó Álvarez echando mano de sus conocimientos sobre estrategia militar, siguiendo los pasos de Gonzalo Fernández de Córdoba, «que creó un ejército moderno, al que añadió su toque personal: las armas de fuego». Los franceses, comentó, opinaban que matar de lejos era de cobardes, pero innegablemente ese recurso les valió a los españoles muchas victorias.