La Policía Local ha colgado en la percha su antiguo uniforme azul y amarillo. Desde el 1 de enero los agentes visten un conjunto completamente azul. Según el intendente de la Policía, Manuel Secades, el cambio es producto de la unificación de uniformes en el territorio nacional, «las leyes marco lo establecen y poco a poco todas las policías locales tenderán al azul».

La nueva vestimenta cambia la franja amarilla de la camisa y la guerrera por otra azul claro, mientras que el resto del traje es más oscuro. El antiguo uniforme data de 2005 cuando el amarillo de las camisas sustituyó al color blanco utilizado hasta entonces.

El diseño del nuevo vestuario debe ser aprobado por la Policía y sus sindicatos tras la celebración de un concurso abierto de proyectos. Entre los requisitos fundamentales de la vestimenta están las condiciones técnicas de la ropa, ya que debe ser idónea para la correcta realización del trabajo de policía.

Con la renovación del vestuario, la Policía no sólo trata de unificar su imagen sino también conseguir que los ciudadanos sean capaces de identificarles en cualquier circunstancia y lugar del país.