Pablo GONZÁLEZ

Ocho años. Ésta es la pena a la que se enfrenta Karla A. R. P. por matar a su padre en Pumarín una noche del verano de 2010. La Fiscalía acusa a Karla A. R. P., colombiana de 19 años, de un delito de homicidio con el agravante de parentesco. Pero el ministerio fiscal aplica la eximente incompleta de legítima defensa, ya que la acusada apuñaló a su padre cuando éste pegaba a su hermana menor. Karla A. R. P. será juzgada por un tribunal con jurado a partir del lunes 13 de febrero en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Además, la Fiscalía solicita que la joven afronte el pago de una indemnización de 147.000 euros. Para su hermana, que es menor de edad, serían 125.000 euros y para sus abuelos, 20.000 euros. Y debería abonar 1.950 euros a su tía, que fue la que se hizo cargo de los gastos del entierro del fallecido. En un principio, la defensa de Karla A. R. P., ejercida por la letrada Lourdes Iglesias, ha aceptado la petición de pena pedida por la Fiscalía. A cambio su representada debería reconocer los hechos. Ahora habrá que ver cómo este acuerdo previo se plasma durante la vista con jurado popular. El próximo lunes está prevista la elección de los miembros del jurado.

Los hechos se remontan al 3 de julio de 2010. Tras una noche de fiesta, Karla A. R. P. y su padre, Luis Jairo Rivillas, de 57 años, regresaron al domicilio en el que convivían situado en la calle Comandante Bruzo del barrio de Pumarín, tras haber consumido mucho alcohol. Entonces estalló una fuerte discusión entre el padre y las dos hijas y éste empezó a pegar a la menor. En un momento de la reyerta, la acusada le clavó a su padre un cuchillo de siete centímetros de hoja para evitar que continuara golpeando a su hermana. La puñalada, que penetró en el tórax a la altura del corazón, produjo la muerte casi inmediata de la víctima. Aun así, el hombre tuvo tiempo de salir al rellano de las escaleras y allí falleció. Eran las ocho de la mañana. Familiares y amigos señalaron tras el suceso que el detonante de la discusión no fue otra cosa que las amistades que frecuentaban sus hijas. Al parecer, el padre, que tenía problemas con el alcohol, estaba molesto porque su hija menor estaba saliendo con un joven que había sido novio de la acusada y que pertenecía a una banda latina.

La acusada abandonó el lugar de los hechos poco después de supuestamente haber apuñalado a su padre. Se refugió en casa de una amiga, donde horas después fue detenida por la Policía Nacional. Allí los agentes encontraron el cuchillo que la joven habría usado para cometer el crimen.

Lo que no se ha encontrado son antecedentes por otros crímenes cometidos en Colombia por la acusada, tal y como aseguraron varios de sus familiares tras la tragedia.

Karla A. R. P. está ingresada en la prisión de Villabona desde el 5 de julio de 2010 de manera provisional. Allí participa en cursos de formación, algunos de peluquería, y está tratando de obtener el graduado escolar.