E. VÉLEZ

La empleada de una joyería de la avenida del Cristo no quiere ni oír hablar de robos. El mutismo en el establecimiento es total después de que un hombre que escondía su rostro tras un pañuelo rojo y una gorra negra entrase ayer en el local empuñando una pistola.

I. F. S. V., un joven salmantino de 24 años y con domicilio en Lugo, amenazó con un arma de fuego a la trabajadora, que se encontraba atendiendo a un cliente, para que le entregara el dinero de la caja. Inmediatamente después, en torno a la una menos cuarto de la mañana, la Policía Nacional recibió una llamada de socorro. Una dotación del grupo de atención al ciudadano vigiló el barrio hasta que localizó a una pareja sospechosa en la calle Ciriaco Miguel Vigil, una hora más tarde.

El compinche del atracador resultó ser una mujer, N. G. J., también de 24 años y vecina de Oviedo, que, según las investigaciones, habría permanecido en las inmediaciones de la joyería realizando labores de vigilancia.

Tras registrar a la pareja, los agentes encontraron el pañuelo y la gorra usados en el atraco dentro de un maletín, un arma falsa con cinco cartuchos de fogueo, así como 450 euros en el bolso de la cazadora de la mujer. Ante esta situación, la Policía les detuvo como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación. Mari Luz Pérez, encargada de una tienda de complementos anexa a la joyería, explicó que se enteró del atraco por un cliente. «Debieron ser muy rápidos y sigilosos porque no me enteré de nada y eso que estoy al lado. Sólo me llamó la atención la cantidad de Policía que se concentró aquí delante, y al final una clienta me contó lo que pasaba». Su testimonio coincide con la versión del resto de comerciantes de la zona, ajenos al atraco pese a estar ubicados en la avenida del Cristo.

El asalto de la joyería es el segundo robo en un comercio del barrio en diez días. El 28 de enero, un hombre trató de pagar en varios establecimientos con billetes falsos de 50 y 100 euros. Un comerciante de la calle Álvaro Flórez Estrada dio la voz de alarma tras comprobar que el dinero era falso. «En este barrio últimamente tenemos la negra porque cada poco los cacos nos dan un susto». El presidente de la Asociación del Vecinos del Cristo y Buenavista, Ramón del Fresno, estima que «el nivel de hurtos menores ha aumentado considerablemente en el Cristo, y si esto ya es preocupante, parece que los robos de mayor envergadura también lo están haciendo». El líder vecinal reclama al Ayuntamiento la vuelta de la Policía de proximidad en el barrio «porque es un servicio al que todos tenemos derecho».