Félix VALLINA

«No confesé que me había quedado el dinero». De esta forma se defendió ayer J. F. S. de las acusaciones de una de las vecinas que acudieron al juicio contra él en representación de la comunidad del número 30 de General Elorza, un colectivo que le sentó en el banquillo tras acusarle de apoderarse de más de 12.000 euros de los propietarios cuando era el administrador de la citada comunidad. La mujer aseguró que J. F. S. le confesó en su momento «que tenía problemas económicos y que se había quedado el dinero de la comunidad y el de una derrama que habíamos hecho para arreglar una terraza». La testigo señaló que el acusado «prometió que iba a vender la madera de un pinar que tiene en Navia para pagarnos, pero no le vimos más el pelo».

J. F. S. mantuvo durante la vista que desconocía si le debía dinero a la comunidad, ya que se había visto obligado a cerrar su negocio «a causa de una enfermedad» y no había «tenido tiempo de comprobar el estado de las cuentas». El administrador también negó que una parte de los 69 vecinos de la comunidad le ingresaran el dinero del recibo mensual en su cuenta particular, como sostienen los propietarios. «En mi cuenta no entró nada; es más, había veces que la comunidad no tenía liquidez y yo tenía que adelantarles dinero». En el juicio también declaró una de las empleadas que trabajaban para el administrador, que aseguró que los vecinos pagaban sus cuotas puntualmente y que todo el dinero lo gestionaba el acusado. El juicio quedó visto para sentencia y el fiscal sigue pidiendo para el acusado año y medio de cárcel.