L. Á. V.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogerá hoy el juicio con jurado por la muerte de Luis Jairo Rivillas Escobar a manos de su propia hija, Karla A. R. P., una joven colombiana de 19 años. El crimen se produjo en el barrio de Pumarín en julio de 2010. El ministerio público solicita una pena de ocho años de prisión al estimar la eximente incompleta de legítima defensa, además de la agravante de parentesco. La joven, defendida por Lourdes Iglesias, está de acuerdo con la pena solicitada por el fiscal, aunque esta conformidad debe ser ratificada por el jurado.

La muerte de Luis Jairo Rivillas, que tenía 58 años cuando perdió la vida, se produjo en el curso de una discusión tras una larga noche de copas. Karla A. R. P. salió en defensa de su hermana, de 16 años en ese momento, y acabó con la vida de su padre de una sola puñalada en el corazón. A los tres se les veía a menudo por diversos bares del barrio de Pumarín consumiendo bebidas alcohólicas hasta altas horas de la madrugada.

En la vivienda eran habituales los escándalos. El día del crimen, el 3 de julio de 2010, la víctima y sus hijas regresaron a casa en torno a las siete de la mañana. Tras producirse el mortal apuñalamiento, el hombre salió de la casa y apenas pudo caminar unos pasos, derrumbándose muerto. La autora del apuñalamiento huyó de la vivienda, pero fue localizada y detenida por la Policía unas horas después.