L. Á. VEGA

Un hombre de unos treinta años, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. P. P., resultó herido de dos puñaladas en la zona del hígado en el curso de una discusión de tráfico que se produjo en Trubia poco antes de las diez de la noche de anteayer, sábado. El presunto autor de la agresión, J. M. A., de 40 años, fue detenido por agentes de la Guardia Civil en el Hospital Universitario Central (HUCA), al que se había desplazado para curarse una mano lesionada durante la pelea. Un vigilante de seguridad del Hospital dio la alarma a las fuerzas de seguridad. El coche del detenido sufrió un incendio cuyas causas se están investigando. La Guardia Civil condujo al presunto agresor a las dependencias del cuartel del Rubín, y hoy, lunes, está previsto que pase a disposición del juez, si se completan las diligencias que están realizando los agentes de la Policía judicial encargados del caso.

Los hechos se produjeron poco antes de las diez de la noche, en una calle de Trubia. La víctima y un amigo se encontraban en una acera cuando el vehículo del presunto autor de la agresión, un Peugeot 205 rojo, pasó sobre ella y casi atropelló a los amigos, según manifestaron éstos en el Hospital.

Ambos comenzaron a recriminar al conductor lo que había hecho. Fue entonces cuando éste salió del vehículo armado con un cuchillo y una hoz. M. P. P. sufrió entonces dos pinchazos en la zona del hígado. Aunque la lesión fue muy aparatosa, puesto que la víctima sangraba abundantemente, el herido fue dado de alta ayer por la mañana, para completar su recuperación en el domicilio.

La víctima dio las señas de su agresor a un vigilante jurado de la empresa Prosetecnisa, encargada de la seguridad del HUCA. Esos datos fueron los que permitieron al guarda identificar al presunto agresor cuando éste se presentó en el Hospital, poco después de las once y media de la noche del sábado, con una lesión en la mano. El vigilante avisó a la Policía y ésta a la Guardia Civil, que se llevó detenido al presunto autor de la agresión en torno a la una de la madrugada de ayer.

El dato extraño de este suceso es el incendio del vehículo del presunto agresor, que se produjo, al parecer, ante la propia vista de agentes de la Guardia Civil, quienes no observaron a nadie prenderle fuego. No se descarta que el vehículo ardiese espontáneamente.