Oviedo dispondrá a partir del próximo mes de noviembre de un plan global de emergencias que coordinará a todos los servicios municipales para que «respondan con la máxima eficacia» ante cualquier incidente. Así lo ha ordenado el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, que quiere poner al día el actual protocolo de actuación, que data de 1988, con diversas modificaciones posteriores.

«En los días de inundaciones se actuó con bastante eficacia, pero el Alcalde considera que se puede ser aún más eficiente y que es imprescindible contar con un nuevo plan que contemple todas las posibles eventualidades y la respuesta de los servicios municipales para atender a los ovetenses que las sufran», señala el equipo de gobierno.

El primer paso ha sido la creación de una comisión de técnicos en la que están representados los servicios municipales directamente implicados (Bomberos, Policía Local, servicios de Aguas y Medio Ambiente, servicios médicos, servicios sociales, etcétera), que será la encargada de redactar el protocolo de actuación.

La comisión técnica celebró ayer su primera reunión, en la que se marcaron las líneas generales del plan y se fijaron los plazos para la elaboración de los distintos protocolos de respuesta ante emergencias. El objetivo es que el nuevo plan esté completamente operativo en noviembre.

De la primera reunión de trabajo de la comisión salió el guión que debe desarrollarse en el nuevo plan. El documento partirá de la justificación de su necesidad y reflejará el marco normativo (municipal, autonómico, nacional e internacional) en el que se inscribe este tipo de actuaciones. Definirá también el ámbito geográfico de su implantación, con los datos de barrios, zonas rurales, clima e infraestructuras que puedan estar afectados.

Tras recoger toda la información básica que pueda servir para intervenir en zonas de emergencias, el plan detallará la identificación del riesgo -emergencias nucleares, incendios forestales, químicos, mercancías peligrosas, accidentes en el transporte civil, actividades deportivas, incendios, explosión y otros, riesgos de la meteorología, riesgos por fallos en el abastecimiento de servicios básicos, riesgos sanitarios, derivados de concentraciones humanas y otros- y enumerará las actuaciones adecuadas para enfrentarse a ellos, además de detallar las medidas preventivas.