E. VÉLEZ

Visto y no visto. El bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, «Farruquito», estuvo ayer en la ciudad por unas horas para presentar el espectáculo «Baile flamenco», que tendrá lugar el sábado, a las ocho de la tarde, en el teatro Campoamor.

Inmerso en Sevilla en los ensayos previos a la función, el artista voló hasta el Principado desde la capital hispalense, previa escala en Barcelona, únicamente para ofrecer los detalles de la función, «un espectáculo diseñado por el público». Según el bailaor, la representación es una recopilación de varios números de sus antiguas funciones, «aquello con lo que la gente se quedaba y le había calado más, aunque ligeramente cambiado, de acuerdo a mi propia evolución profesional». Como ejemplo, el bailaor puso «los fandangos que hice con 15 años y que ahora represento de otra forma, con más experiencia».

Farruquito estrenó «Baile flamenco» en el teatro Compac de Madrid el pasado mes de septiembre y ofreció funciones durante cuatro días consecutivos logrando agotar las entradas. Cuatro bailaores, cuatro cantaores, un violinista, un pianista, un percusionista y dos guitarristas acompañarán sobre el escenario al nieto del mítico bailaor Antonio Montoya Flores, «Farruco». Según el artista, «mucha gente piensa que detrás de un espectáculo como éste apenas hay esfuerzo, pero la realidad es muy distinta porque estamos trabajando continuamente para renovarnos y dar los últimos retoques».

No es la primera vez que Farruquito actúa en Oviedo. En 2004 llevó su espectáculo «Alma vieja» al teatro Campoamor, una función que recorría los distintos palos del flamenco, homenajeaba a las principales figuras españolas, dentro del Festival de Danza. «Guardo muy buen recuerdo del público asturiano y espero que el sábado me reciba con las mismas ganas y alegría que lo hizo en aquella ocasión, aunque la función es diferente y todos hemos avanzado», señaló.

La crisis económica y su repercusión en el mundo artístico formaron parte de las reflexiones del bailaor, al reconocer que «la falta de dinero se nota en todos los espectáculos actuales». Para Farruquito, «los artistas debemos combatir la crisis con mayores dosis de creatividad en nuestro trabajo y ganas para seguir luchando».

Fernández Montoya, «Farruquito», de 30 años, es el heredero de una familia de tradición flamenca, iniciada por su abuelo Farruco y continuada por sus padres, Juan Fernández Flores, «El Moreno», y la bailaora Rosario Montoya Manzano, «Farruca». El bailaor debutó en la escena internacional actuando en Broadway a los 4 años con el espectáculo «Flamenco puro». Entre otras actuaciones destacadas, Farruquito participó en el acto de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Barcelona junto a su abuelo y en el pabellón de Andalucía de la Exposición Universal de Sevilla en 1992 con el espectáculo «Presente, pasado y futuro». El fallecimiento de Farruco en 1997 supuso el relevo en la familia, por lo cual Farruquito asumió la responsabilidad de ser la cabeza visible e iniciar en solitario una gira de espectáculos flamencos.

Fuera del mundo artístico, el bailaor alcanzó fama internacional al ser nombrado hace nueve años uno de los cincuenta rostros masculinos más bellos del mundo por la revista americana «People». Un año después, la polémica rodeó al bailaor tras un atropello en Sevilla del que ayer, durante su visita a la ciudad, se negó a hacer declaraciones, aunque señaló que «cualquier experiencia buena o mala que acontece en la vida acaba influyendo, porque, al fin y al cabo, el baile es una expresión del alma».