OVIEDO / JC Martínez

Marcelino Darriba es uno de tantos ovetenses con problemas de movilidad. En su día a día tiene que enfrentarse con múltiples barreras físicas y de falta de civismo en parte de los ciudadanos. Con Marcelino hemos comprobado como tan sólo en unos pocos cientos de metros, que para una persona sin problemas constituyen un simple paseo, pueden convertirse en una auténtica odisea.

Situaciones cotidianas como comprar un helado, tomar un café, comprar una prenda de ropa o simplemente ir a un baño público resultan mucho más complicadas de lo que puedan parecer a simple vista.

Pese a la existencia de una normativa que deja claro cómo deberían de ser cada uno de estos elementos (pavimentos regulares y antideslizantes, pendientes de menos del 8% de inclinación...) ésta no se cumple en muchas ocasiones, incluso en obras de nueva ejecución. "Buscamos la plena autonomía" resalta Marcelino a la hora de describir sus reivindicaciones "la ayuda de las personas, pese a su buena intención, pone en peligro muchas veces la integridad del discapacitado" apunta a la hora de hablar de la buena predisposición de la ciudadanía.

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