De la delegación del Banco de España en Oviedo a la puesta en marcha de un Banco de Tiempo en nuestra ciudad hay toda una evolución social marcada en los últimos tiempos por la aguda crisis. Me explico, con los recortes para reducir el déficit la delegación del Banco de España en Oviedo, construida en tiempos de Rafael Fernández como presidente de la Preautonomía en la parcela que ocupaba el palacete de Concha Heres, lamentablemente derruido pese a la oposición que en aquellos años hicieron algunos concejales como Graciano Díaz Madera, hoy felizmente retirado a sus cuarteles de Olloniego, con los recortes, digo, el Banco de España estudia cerrar su delegación en nuestra comunidad al igual que lo ha hecho en otras muchas al no tener prácticamente misión alguna que realizar salvo la venta de monedas para coleccionistas o la recogida de antiguas pesetas para cambiar por euros. En otros lugares como Zamora, donde la antigua delegación va a convertirse en un parador, o Pontevedra, donde la Xunta va a instalar una sección cultural de su autonomía en la antigua delegación del Banco de España, se aplican soluciones funcionales a esas delegaciones por lo que aquí habrá que dar a este moderno y céntrico edificio algún sentido.

Sobre este tema hay un ovetense, José Ramón Castañón, que siempre me da la vara sobre la posibilidad de que en la parcela que hoy ocupa el Banco de España se instale la Fundación Príncipe de Asturias, cuyas dependencias están desparramadas por la ciudad. Incluso sé que en su día este caballero habló con el que fue director general de la Fundación, Graciano García, apuntándole la idea. En todo caso, teniendo en cuenta que el próximo día 22 se reunirá en Oviedo el patronato de la Fundación, no estaría de más fueran estudiando esa posibilidad.

Para el Banco de España resulta oneroso mantener una delegación del tamaño y capacidad de la de Oviedo. Cristóbal Montoro ha comenzado a aplicar una estricta política de contención del gasto público y se da, incluso, la circunstancia de que ni la Delegación de Hacienda puede acometer la restauración de los mosaicos de Antonio Suárez que decoran su interior y que se están deteriorando a pasos agigantados hasta el punto que hay ocasiones en que se desprenden teselas del mismo que las limpiadoras suelen recoger y guardar con mimo, conscientes del valor artístico de los mosaicos de Antonio Suárez.

Pero si la delegación del Banco de España en Oviedo puede pasar pronto a mejor vida, por el contrario -efectos de la crisis, supongo- se está poniendo en marcha en nuestra ciudad un Banco del Tiempo, segundo que habrá en Asturias, tras la presentación el pasado sábado de una iniciativa similar en Avilés, con patrocinio municipal.

La idea en Oviedo se le ha ocurrido a una activa vecina de la zona de Vallobín, Mercedes García Fernández, quien con el apoyo del alcalde de barrio, Francisco Javier Rodríguez Díaz, ha puesto en marcha la Asociación Diversidad Intervención Social Oviedo (ADIS Oviedo), cuyo principal proyecto es la creación de un banco del tiempo en nuestra ciudad. ¿Y en qué consiste? Se trata de una iniciativa que quiere romper el aislamiento y la soledad de la vida urbana creando nuevos espacios para compartir y acercar a las personas. El Banco del Tiempo es el primer banco que funciona sin dinero -qué bien- y en él únicamente se puede depositar tiempo, pienso yo que mucho más valioso que el vil metal. Su funcionamiento es simple: una persona deposita unas horas de tiempo ofreciendo un servicio que quiere dar y, a cambio, puede pedir tiempo de otras personas para resolver algunas necesidades diarias como apoyo a personas necesitadas, colaboración en tareas domésticas, compartir conocimientos y aficiones, etcétera. En definitiva, un trueque social que ahora se pone en marcha en Oviedo a través de la citada asociación, ya legalizada con sus correspondientes estatutos y que contará con la colaboración municipal con presencia en los centros sociales de Vallobín y la Argañosa, en los que estará la oficina de atención al ciudadano que quiera participar en este novedoso banco.

Juan Luis Álvarez del Busto, presidente de Amigos de Cudillero, fue actor importante en la decisión de la familia de López Pacheco de donar a su muerte su gran legado bibliográfico a Asturias gracias a las gestiones de la citada asociación cudillerense siendo Carlos Madera director regional de Cultura. Como el Archivo Histórico del Principado, sito en la antigua cárcel de Oviedo, entonces aún no estaba inaugurado es por lo que la familia del gran escritor e intelectual decidió depositarlo en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero ahora nuestro Archivo ya está en funcionamiento y acoger el legado de Jesús López Pacheco supondría un gran impulso para el mismo. Lo cierto es que tanto Cudillero como Asturias están en deuda con el poeta y el deseo de los Amigos de Cudillero es el de que cuando su legado venga a Oviedo la Corporación municipal de Cudillero ponga el nombre de «Paseo del Poeta López Pacheco» al muelle este del viejo puerto pixueto. Claro que con el Alcalde se han topado.

Parece ser que en cuestión de días habrá una reunión en Madrid del consejero de Cultura con el hijo del poeta, Bruno Lázaro Pacheco, director y productor de cine con residencia en Ontario, para tratar el traslado del legado en cuestión de Madrid a Oviedo. Ya que Emilio Marcos Vallaure finalizará el mandato como consejero de Cultura sin haber logrado adquirir la obra de su maestro Joaquín Manzanares, el Tabularium Artis, para el pueblo asturiano, si consigue traer el legado de Jesús López Pacheco habrá puesto un importante ladrillo en su currículum para pasar a la posteridad como un buen consejero.

A la espera del legado de Jesús López Pacheco.

El ministro de Cultura, Educación y Deportes, José Ignacio Wert, fue tajante en su contestación en el Senado a Isidro Martínez Oblanca: «La documentación referente a Asturias sobre la Guerra Civil no está en su tierra porque el Principado no la reclamó en el plazo fijado en la ley». Otro fallo más de nuestra Administración autonómica ¿Y van? Pero saco esto a relucir porque el consejero de Cultura del Principado de Asturias, Emilio Marcos Vallaure, ha decidido retomar las gestiones con la familia del escritor Jesús López Pacheco, fallecido en el año 2000, para que su importante legado cultural -libros, fotos, documentos, etcétera-, hoy custodiado en la Biblioteca Nacional de Madrid, pudiera ser traído definitivamente al Archivo Histórico de Asturias, cuya directora, Conchita Parades, viene también desde hace tiempo haciendo gestiones en ese sentido. Jesús López Pacheco, profesor de español en Canadá, país en el que se autoexilió, se enamoró de Asturias a través de su vinculación con Cudillero al haberle fichado el presidente de la Asociación de Amigos de ese concejo, Juan Luis Álvarez del Busto, como autor de uno de los cuadernos literarios, recibiendo en 1989 la «Amuravela de oro».