Pienso en las elecciones autonómicas y acudo al socorrido verso «¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!», que alude al Cid y al rey Alfonso. Menos conocido el de Tácito en los Anales: «De donde se hizo pronto frecuente el dicho del orador Pasieno que nunca hubo ni mejor esclavo ni peor señor (Unde mox scitum Pasieni oratoris dictum percrebruit "neque meliorem unquam seruum neque deteriorem dominum fuisse")», en referencia a Tiberio y a su servil sucesor, Calígula. En ambos se enjuicia a los dirigentes de la colectividad. Último ejemplo: en tiempos de Juan II, cuando Francia fue derrotada por el príncipe de Gales en la batalla de Poitiers y los prisioneros cantaban la canción de Rolando, uno de sus capitanes dijo: «Hace tiempo que no hay Rolandos en Francia», y replicó un viejo soldado: «El mismo tiempo que faltan reyes como Carlomagno».