L. S. NAVEROS

Las protestas de vecinos de determinadas zonas de Oviedo, en especial las de profesores y padres de alumnos del Colegio Veneranda Manzano, han llevado al Ayuntamiento a aprobar un decreto que prohíbe dar de comer a los animales junto a ese centro educativo y manda retirar de la calle a los gatos en otros puntos. Las defensoras de animales piden la retirada del decreto. Aseguran que las colonias de gatos callejeros están cuidadas (esterilizadas, vacunadas y alimentadas) por voluntarios y que los animales no provocan ningún daño. Llevarlos al albergue municipal, denuncian, supone su muerte. La polémica llegó a cuajar en una protesta en la que cientos de personas reclamaron la retirada del decreto, con el lema «todos somos callejeros». La actriz francesa y activista en favor de los animales Briggitte Bardot llegó a mandar una carta al alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, en la que intercedía en favor de las colonias de gatos de la ciudad. Por su parte, IU presentó la pasada semana una propuesta para que el Ayuntamiento impulse un plan de gestión de las colonias de gatos. Proponen retirar el decreto, «que propicia el maltrato animal», mejorar el cierre del Colegio Veneranda Manzano, para que los felinos no puedan entrar, y fomentar la esterilización y control sanitario de las colonias, dialogando con las asociaciones y colaborando con ellas. El equipo de gobierno, sin embargo, por ahora ha decidido mantener el decreto.

Los lectores que se han animado a participar en el debate on-line planteado por LA NUEVA ESPAÑA son partidarios, mayoritariamente, de dejar en paz a los gatos callejeros de Oviedo. Ésta es la postura de un lector que se identifica como Xuneastur. «Con los gatos callejeros lo que hay que hacer es lo que ya están haciendo las protectoras integrantes de la Plataforma Ciudadana Pro-Animales de Oviedo», es decir, «esterilizarlos, desparasitarlos y tenerlos controlados sanitariamente. Ése es el único medio eficaz de control de colonias, aplicado con éxito en muchas ciudades del mundo». A este defensor de las colonias gatunas lo que le resulta inaceptable es la postura municipal, que considera «una crueldad». «Son gatos que han nacido libres, que su hábitat es la calle, y encerrarlos es matarlos», afirma, y destaca que en un albergue masificado lo más probable es que les apliquen la eutanasia, por lo que pide al Ayuntamiento que «escuche a los ciudadanos», que presentaron 7.000 firmas en contra del decreto.

Otra lectora, Flor Blanco, critica la postura de la dirección del Colegio Veneranda Manzano, y propone la solución más simple, dejarlos donde están. «No hay que hacer nada, dejarlos donde están, como estuvieron toda la vida. Ellos también tienen sus derechos», afirma.

Eduardo San Mateo va más allá del conflicto surgido en torno a las colonias felinas y apunta a que donde debería haber más control público es «en el Materno», en referencia al centro de acogida de menores del Principado en el Parque de Invierno.

Un vecino del entorno del Veneranda Manzano que firma con la clave C206 se pregunta por el ejemplo que están dando la dirección y la AMPA del colegio a los alumnos, y sostiene también que la clave está en no molestar a las colonias felinas. «Hay gatos que viven tranquilamente desde hace años, y su existencia nunca ha sido un problema para los vecinos que vivimos ahí. Es más, presta verlos jugando en el prao o tirados a la bartola los días de sol. Lo más increíble es que estén fomentando esta actitud en un colegio donde hay niños pequeños», plantea. Kanelamil, otro lector, propone «que la autoridad competente proceda a la esterilización e identificación de los ejemplares que viven en colonias». Apoya el plan de gestión de colonias de gatos que propone IU y destaca que otras ciudades lo tienen.

Muki San Pe, otro lector, acusa al Ayuntamiento de engañar a los vecinos asegurando que en el albergue no se mata a los gatos. «En Oviedo no hay albergue municipal, hay perrera municipal y, como tal, y haciendo honor a su nombre, si entran ahí y en 8 días no salen adoptados o nadie los reclama pueden ser sacrificados... ¿A quién quieren engañar la gente del Ayuntamiento diciendo que no mataran a ninguno de los que entre? La perrera tiene un aforo de animales y si se la llena de gatos no los van a mantener vivos». Este lector asegura, además, que están detectando casos de gatos envenenados, lo que le preocupa en gran manera.

Sólo el lector que se identifica como Ctello propone «esterilizarlos y poco a poco irlos desocupando de las calles», asegurando que los gatos son responsables de la desaparición de otras especies, como las ardillas, una opinión que generó controversia con otros participantes en el foro.

«Los gatos callejeros son necesarios para mantener el equilibrio natural en el ecosistema, son magníficos controladores de otras plagas más molestas, no se acercan a la gente, con lo que la posibilidad de que puedan transmitir algún tipo de enfermedad es prácticamente inexistente. ¿Realmente son tan problemáticos?. Xuneastur

«Presta verlos jugando en el prao o tirados a la bartola los días de sol. Gracias a gente que se dedica a esterilizarlos y se preocupa por ellos. Por lo visto, yo pensaba que nadie hacía nada hasta que salió todo este revuelo». C206

«Basta ya de que sean las propias administraciones las que carguen a las espaldas de las entidades de protección animal estas responsabilidades. Los conflictos se resuelven mediante la ponderación del problema y el estudio de las posibles soluciones. No mediante decretazos exterminatorios». Kanelamil

«Digan lo que digan, a los gatos hay que esterilizarlos, y poco a poco irlos desocupando de las calles. Cierto es que eventualmente pueden hacer un servicio con algunos roedores, pero prefieren presas más indefensas». Ctello