Pablo GONZÁLEZ

«Está destrozada. Siempre que hablo con ella acaba llorando». Lo dice Claudio Torrecilla, cuñado de la cartera destinada en Oviedo que ha sido condenada a tres años de cárcel por no entregar una carta certificada. «Ingresar en la cárcel le destrozaría la vida», explicaba ayer Torrecilla. Y es que la funcionaria de Correos, de 52 años, natural de Ávila, es viuda desde hace aproximadamente un lustro y tiene un hijo de 14 años. «Si entra en prisión habría que sacar al chico de su entorno», añadía Torrecilla, para insistir: «El daño sería excesivo e innecesario».

Además de a los tres años de cárcel por falsedad en documento oficial, la cartera ha sido condenada a dos años de inhabilitación. «Prácticamente supondría el despedido. Lo que con su edad y en estos tiempos sería un daño gravísimo», proseguía su cuñado.

La sentencia es firme desde hace unas semanas después de que el Tribunal Supremo ratificara el fallo emitido por la Audiencia Provincial de Oviedo. De ahí que la única salida para la mujer sea la petición de indulto, que ya ha presentado ante el Ministerio de Justicia. La petición de indulto se basa, entre otras cosas, en el tiempo que ha pasado entre los hechos y la condena y que la no entrega del certificado no tuvo consecuencias para el denunciante. Por eso su cuñado insistía en que «no se merece un castigo tan duro».

A pesar de la situación, la mujer sigue trabajando. «Le ayuda a pasar estos momentos tan duros. Está recibiendo un gran apoyo de sus compañeros», indicaba Torrecilla. Precisamente todos los sindicatos con representación en Correos -la funcionaria pertenece al Sindicato Libre- tienen previsto llevar a cabo una concentración frente a la sede central de la compañía en Oviedo el próximo día 20, a las 09.30 horas. Paralelamente han seguido con la recogida de firmas para apoyar la petición de indulto. Ya suman 1.500.

Los hechos se remontan a noviembre de 2003 cuando el denunciante no recibió una carta certificada en la que se le anunciaba que no tendría abogado de oficio para un juicio por desahucio. De todas formas, la carta había llegado a Correos días después del juicio. El afectado presentó la denuncia en abril de 2008.