Á. FIDALGO

La reliquia del Lignum Crucis -Cruz de Cristo-, cedida en depósito a la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores por la Cofradía de la Soledad de Avilés, llegó ayer a las siete de la tarde a la plaza del Ayuntamiento, para después de un acto solemne, que incluyó un vía crucis, presidido por el arzobispo Jesús Sanz, quedar depositada en el altar mayor de la iglesia de San Isidoro.

Antes, la reliquia que llegó a Avilés desde el monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria), había sido recibida por representantes de las cofradías ovetenses y por muchos fieles que a lo largo de la ceremonia se fueron congregando en la plaza.

A la entrada del templo, el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, acompañado por los concejales José Ramón Pando y Agustín Antuña, asistieron a la ceremonia que para la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores marcó el inicio de las celebraciones de la Semana Santa. En representación del Ayuntamiento de Avilés asistió su concejal de Cultura, Román Álvarez.