Pablo GONZÁLEZ

«Esto engancha». Lo dice Rodrigo Álvarez, profesor de la Escuela de Minas y uno de los organizadores del certamen de minerales y gemas fósiles que cerró ayer su vigésima tercera edición con un concurso de bateo de oro para niños. Rodríguez se refiere a dos de las vertientes de esta cita que anualmente se celebra en la Escuela de Minas: el concurso y la feria de compraventa de minerales para coleccionistas.

En esta ocasión el certamen contó con la participación de diecisiete expositores llegados de distintos puntos del país y con uno francés. «El coleccionismo es algo que también engancha, sobre todo el que comienza de pequeño buscando los minerales él mismo. Luego no lo puedes dejar», señalaba Álvarez. Pero no todos los minerales son tan fáciles de encontrar. De ahí estas ferias en las que pueden encontrarse «joyas» únicas con precios que pueden alcanzar los 10.000 euros.

Una buena forma de fomentar esta afición entre los más pequeños es el concurso de bateo de oro. En esta ocasión participaron 46 niños de 4 a 15 años. «Les encanta y les sirve para ir distinguiendo el oro de la pirita o la calcopirita», explicaba Álvarez.