Pablo GONZÁLEZ

La mayoría de los peritos que ayer pasaron por el Juzgado de lo penal número dos en la última jornada del juicio por la muerte de dos trabajadores durante las obras en la Consejería de Hacienda coincidieron en señalar que la causa principal del accidente fue la mala colocación del andamio. Precisamente los tres acusados que no aceptaron un acuerdo con la fiscalía pertenecen a la empresa que montó la estructura. Éstos, a través de su abogado, pusieron de manifiesto que han sido víctimas de acusaciones «infundadas» y que ya han sufrido la denominada «pena de banquillo».

Por su parte, el perito que presentó la defensa manifestó que el colapso del andamio, que acabó con los dos fallecidos estampándose contra el asfalto de la calle Hermanos Pidal, se produjo porque la carga había sido mal distribuida y esto llevó a los materiales a romperse por culpa de la «fatiga mecánica». Aunque a preguntas de la fiscal reconoció que si la estructura hubiera estado bien colocada «hay un 90 por ciento de posibilidades de que el andamio no hubiera caído».

Para la fiscal delegada de siniestralidad laboral, Esperanza González Avella, quedó demostrado que la causa del siniestro fue que el andamio contaba con un cuerpo de más. Cada uno de los tres acusados se enfrenta a tres años de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de homicidio por imprudencia.