Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Empieza una nueva etapa en el centro de recepción e interpretación del Prerrománico, en el Naranco. Tras años de inactividad, con apenas unas maquetas y unos paneles informativos para recibir al visitante, la empresa de gestión cultural Recrea, adscrita a la Consejería de Cultura del Principado, toma sus riendas y propone actividades para niños y adultos, visitas guiadas y talleres infantiles, e incorpora puntos de lectura y audiovisuales. Aunque la empresa asumió su gestión hace ya unos meses, ayer dio oficialmente el pistoletazo de salida.

Clara García, la persona que recibe a los visitantes, reconoce su extrañeza al comprobar, en el poco tiempo que lleva al frente del equipamiento, el desconocimiento que existe sobre el arte asturiano. «Hay quien descubre al llegar aquí que hay otros15 monumentos diseminados por el Principado, se sorprenden de que sean tantos y tan bien conservados», comenta. Desde el centro del Naranco quiere dar a conocer ese patrimonio y orientar a quienes deseen ampliar su interés y visitar más obras del Prerrománico.

Ayer, para empezar con el nuevo programa de actividades, se organizaron dos visitas matinales a Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, en las que participaron 55 personas. La tarde se reservó para la oferta más familiar, con un programa orientado a los niños -a partir de los 5 años-. Para ellos, además de la visita a los monumentos, se organizaron talleres de manualidades en los que diseñaron celosías, a imitación de las de los monumentos pero en papel.

David Estévez, uno de los dos guías del centro del Prerrománico -la otra es Fátima Álvarez-, asegura que «la gente llega aquí muy despistada». El arte asturiano, en eso coincide con su compañera Clara García, es un gran desconocido. «La gente que viaja a Oviedo pide ver los monumentos del Naranco, no hablan de San Julián de los Prados y mucho menos de la Foncalada o lo que queda de Prerrománico en la iglesia de San Tirso», explica.

Para los asturianos, el Prerrománico es un signo de identidad. Dos participantes en las visitas de ayer, los mierenses Francisco Martínez y Vanessa Núñez, junto a su pequeña hija Gala, coinciden en ello. Los dos conocieron los monumentos del Naranco siendo escolares pero hace tiempo que no los contemplaban. «El enfoque de la visita, muy cultural, nos ha gustado mucho, pero hubiéramos querido ver el interior», comentaron. Esa es una cuestión compleja, que depende de la Iglesia y la Consejería, y en el futuro Recrea cuenta con poder mostrar el corazón del Prerrománico.