P. GONZÁLEZ

Tras las insistentes quejas presentadas por varios hosteleros del casco antiguo de Oviedo contra el «botellón», al que culpan en parte del descenso en sus ventas, hace un par de semanas que el Ayuntamiento decidió actuar con más contundencia y aplicar a rajatabla la Ordenanza de Convivencia Ciudadana. La primera medida fue la de reforzar la presencia policial en los puntos negros donde grupos de jóvenes suelen reunirse a beber alcohol durante los fines de semana.

De esta forma, la Policía Local ha doblado sus efectivos, pasando de diez a veintidós agentes destinados a la vigilancia de las zonas de ocio juvenil. La primera «gran redada» contra el «botellón» llevada a cabo el fin de semana del 16 y 17 del pasado marzo se saldó con un total de 15 denuncias, la mayor parte contra jóvenes que estaban consumiendo alcohol en la vía pública. Una de ellas se dirigió contra un local hostelero situado precisamente en la plaza del Sol, una de las zonas de reunión del «botellón». En esta misma zona se encuentra el bar multado con más de 6.000 euros por tener en su interior el doble de clientes de lo permitido por su aforo. El propietario acudió a los tribunales para eludir la multa, pero ahora el juez ha dado la razón al Ayuntamiento y ha ratificado la sanción.

Precisamente este local, según ha podido saber este periódico, cuenta con más de una decena de expedientes abiertos por el Ayuntamiento por varias infracciones.