Donde más hincapié ha de poner el Gobierno es en la educación, para que cada cual cumpla con su cometido lo mejor posible, por modesto que sea. En 1970, con vistas a sacar dinero para el viaje de estudios, los alumnos del hoy demolido Instituto Clarín quisimos representar «La Gran Vía». Elías, de Villaseca de Laciana, era el único que asistía a todos los ensayos. «¿Qué papel tienes, el Caballero de Gracia?», le pregunté con ironía. Pero no; cantaba en la «Jota de los Ratas», era el Rata tercero; después de que el barítono dijera «Soy el Rata primero», y el tenor cómico añadiera «Y yo el segundo», Elías tenía que decir «Y yo el tercero», sólo eso. Ah, pero semejante manera de trabajar, aunque se haya escogido voluntariamente, guarda íntima relación con el adiestramiento de la conciencia, pura filosofía, nada más lejos de nuestra naturaleza animal.