Á. FIDALGO

La Peña Ponteo entregó ayer al que fuera párroco de San Claudio durante siete años Ceferino Álvarez Bermúdez su máximo galardón, el «Ponteín del año» 2012, en el transcurso de un acto que se celebró ayer por la tarde y al que asistieron muchos vecinos.

Todos ellos recuerdan su presencia en las manifestaciones organizadas para defender la Fábrica de Loza de San Claudio y sus defensas de los movimientos vecinales. «El asociacionismo, situado entre los partidos políticos y los ciudadanos, es muy importante para anticiparse a los acontecimientos, como están haciendo ahora para que no se quiten los microbuses de la zona», explicó el sacerdote, que dejó la parroquia hace diez años pero que sigue muy vinculado a San Claudio.

¿Y el galardón? Lo tomó con humildad. «Me lo concedieron por cariño, simpatía y amistad».