Chus NEIRA

En su cruzada por el diseño y la modernidad, el nuevo equipo de gobierno municipal presentó ayer un salón de plenos completamente remozado. Es, según fuentes municipales, parte de una reforma que trata de hacer limpieza con un presupuesto mínimo y de ofrecer una imagen actualizada de la estancia.

Lo que más llamaba ayer la atención era la cabecera del Pleno, en la que se han eliminado los cortinajes que rodeaban el cuadro del Rey Juan Carlos, se ha pintado toda la pared con el verde de la mesa presidencial y de las otras cortinas del salón, y se han eliminado las puertas ocultas que comunicaban esta cabecera con el despacho oficial de la Alcaldía. Era lo que popularmente se conocía como la «gatera», ya presente en la época de Masip y que Gabino de Lorenzo utilizaba habitualmente para hacer acto de presencia y mutis en los plenos.

En esta reforma también se han eliminado los visillos, dejando las ventanas más limpias, con el cristal emplomado a la vista tras los cortinajes verdes. El crucifijo filipino que presidía el salón, una de las joyas del patrimonio municipal, ha pasado a una de las vitrinas del «hall» a la espera de un lugar más noble al fondo de la sala, donde también se exhibirán otras piezas de la colección municipal. Entre otras reformas, el Ayuntamiento también retirará las grandes alfombras del salón plenario, para dejar el suelo de mármol a la vista.