El anuncio del cierre de la Fábrica de La Vega es una pésima noticia que toda la sociedad asturiana y la ovetense en particular rechazan porque supondrá destrucción de actividad económica y desempleo. Oviedo no quiere perder su fábrica ni a sus trabajadores.

Oviedo no tiene un problema de suelo. El municipio cuenta con cientos de miles de metros cuadrados urbanizables en su Plan General de Ordenación Urbana para construir lo que se quiera: pisos, centros comerciales, urbanizaciones, etcétera. Lo que Oviedo necesita son fábricas, empleos y un sector industrial que nos proporcione un futuro que sirva para toda Asturias.

El ministro de Defensa, don Pedro Morenés, y el secretario de Estado del mismo Ministerio, don Pedro Argüelles, son expertos ejecutivos ligados a las multinacionales norteamericanas del sector privado del armamento, son los «zorros» que Mariano Rajoy ha puesto a guardar los intereses de nuestro sector público armamentístico. Este tándem nos anima a recalificar La Vega para que ellos puedan hacer caja y, entre otras cosas, pagar el ERE que afectará a los trabajadores de la fusión de La Vega-Trubia. Aunque quieren eludir su responsabilidad, ellos tienen la capacidad para autorizar o no el cierre de la fábrica. Una decisión que la empresa ha tomado sin acuerdo con los sindicatos, sin elaborar un plan industrial, sin discutirla con las autoridades públicas locales y autonómicas. Esta actitud despreciativa hacia nuestra tierra y nuestros representantes indica que no están pensando en el mantenimiento y la mejora de la actividad industrial, ni en la mejora de la dimensión de investigación, desarrollo e innovación ligada a este sector, únicamente se está pensando en la reducción de personal y en el abandono a largo plazo de esta actividad en Oviedo y Asturias por la vía de ir reduciéndola a su mínima expresión.

La movilización social e institucional puede parar esta decisión, que tantas veces se intentó adoptar desde los sectores más interesados en aprovecharse de la especulación urbanística conjuntamente con otros ligados a intereses empresariales privados y de otras comunidades autónomas. Es posible ganar esta batalla si no se da por perdida. La contundencia de la respuesta social puede doblar la intención del Ministerio de Defensa y obligarlos a que le den a la fábrica la carga de trabajo que solicitamos y que es necesaria. El grupo municipal de IU-Los Verdes de Oviedo lanza un mensaje claro y contundente a toda la población y a los trabajadores de Oviedo. Señor ministro, ¡La Vega no se toca!