Carolina G. MENÉNDEZ

El escenario es la segunda casa de Lola Herrera, y así lo percibe el público al observar la soltura y naturalidad con la que encarna a la protagonista de «Querida Matilde», la comedia del americano Israel Horovitz que ayer y hoy se presenta en el Campoamor y que analiza las relaciones humanas dentro del ámbito familiar. La función de ayer, viernes, atrajo al teatro a un público mayoritariamente femenino y de mediana edad que desde que se levantó el telón se sintió atrapado por las habilidades interpretativas, la vitalidad y las chispas de humor de la actriz vallisoletana.

Sólo dos actores acompañan en el escenario a la veterana artista, en constante movimiento a lo largo de toda la representación: Daniel Freire, que ha participado en series como «Doctor Mateo» o «Las chicas de oro», y Ana Labordeta, popular por su participación en «Amar en tiempos revueltos».

«Querida Matilde» cuenta la historia de una señora que recibe la visita inesperada de Matías, un joven que llega de Argentina para hacerse cargo de la herencia que le deja su padre, un lujoso piso situado frente al parque del Retiro y la puerta de Alcalá, en Madrid y en el que viven Matilde y su hija. Pero lo que no sabe es que su padre le dejó la casa a esta mujer hasta su fallecimiento, que dada la energía que desprende no parece que vaya a ser inminente. Ante tal desconcierto, Matilde le propone alquilarle una habitación, decisión que sorprende a su hija. Poco a poco, ambos jóvenes, en principio enfrentados, irán descubriendo la sorprendente historia de Matilde.

La obra, adaptación española de Antonio Albert y Juan Luis Iborra, está recorriendo España tras su estreno en octubre de 2011. Las giras siempre agradan a Lola Herrera, que considera «muy bonito llevar el teatro a domicilio».