Elena FERNÁNDEZ-PELLO

El Alcalde quiere que el reconocimiento de la ciudad de Oviedo a la contribución histórica del ex presidente Adolfo Suárez quede patente a pie de calle. Para ello propone dar su nombre a una avenida o a una plaza de la ciudad, una propuesta que intentará consensuar con los grupos municipales en la oposición.

De prosperar ese acuerdo y tras la aprobación del Pleno del Ayuntamiento, los responsables municipales decidirán qué nuevo emplazamiento merece llevar el nombre del ex presidente, figura imprescindible de la transición, que en la actualidad tiene 79 años y está enfermo de alzhéimer, lo que aceleró su retirada de la vida pública.

Agustín Iglesias Caunedo destaca la actitud política de Suárez, al que define como un «modelo de concordia» y del que elogia su «discurso inspirado e integrador». «Sus casi cinco años de gobierno son reconocidos, en nuestra nación y en todo el mundo, como la fructífera etapa en la que supimos hacer una transición política modélica de la dictadura a la democracia», afirma.

«Su actitud, prudente y firme, ha sido clave para lograr la reconciliación nacional y el consenso político en importantes asuntos, como ocurrió en la firma de los Pactos de la Moncloa», continúa, y hace referencia a la concesión, en 1996, del premio «Príncipe de Asturias» de la Concordia. Iglesias Caunedo extrae algunas frases del discurso de Suárez en la ceremonia de recogida, para dar idea de la calidad del líder de la extinta UCD (Unión de Centro Democrático), bajo cuyas siglas accedió a la Presidencia. «La convivencia democrática se basa en creencias», manifestaba por aquel entonces el ex presidente. «Creemos en los derechos humanos. Creemos en la libertad, en la igualdad, en la justicia, en la solidaridad. Creemos en la democracia y en el Estado de derecho», proclamaba.

El Alcalde expresa su admiración por esos principios de convivencia y entendimiento que, dice, «todos ansiamos para nosotros y que, al distinguirnos, nos enaltecen».