Pola de Siero / Tudela Veguín,

Franco TORRE

Los que han hecho el Camino de Santiago afirman que la ruta jacobea es tanto un viaje físico como espiritual. En el caso de Demetrio Sánchez Chamorro, además, ha supuesto un viaje al pasado, que lo ha llevado de vuelta a Tudela Veguín, localidad en la que se crio y a la que no había regresado desde que se mudó, junto a sus padres y hermanos, hace 47 años.

La crisis del campo llevó a la familia de Demetrio Sánchez, de 62 años, a abandonar su Salamanca natal cuando apenas contaba 2 años. En busca de un porvenir mejor, sus padres cogieron a sus tres hijos y se vinieron a Asturias, en busca de un empleo en la minería. La familia se afincó en Tudela Veguín, donde vendrían al mundo otros dos niños y donde el mediano, el propio Demetrio Sánchez, creció hasta hacerse un hombre.

Pero cuando Demetrio Sánchez contaba 15 años, su familia hubo de volver a mudarse, en este caso para ir a Madrid. Él, que en Tudela Veguín había trabajado de panadero, pronto encontró empleo en una tienda y con el tiempo se haría transportista. Mas en todos sus años en la carretera, recorriendo toda España, nunca había tenido ocasión de volver a poner pie en Tudela Veguín.

Con 60 años, Demetrio Sánchez se jubiló y en 2010 hizo el Camino de Santiago por la ruta francesa. Al año siguiente, el salmantino completó la Vía de la Plata. Y este año se decantó por retornar nuevamente a Santiago, pero por el camino primitivo, que pasa a escasos kilómetros de su amada Tudela Veguín.

Así, el lunes el peregrino llegó a Pola de Siero, donde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego conoció su historia y le preparó un viaje a la localidad en la que se crio.

Según cuentan los Amigos del Camino, a medida que se acercaban a la localidad, la emoción embargaba al peregrino, que dudaba si, transcurridos tantos años, los que habían sido sus amigos lo reconocerían y, a la vez, si él sería capaz de orientarse en la localidad que había abandonado 47 años atrás.

El peregrino pronto notó los cambios en Tudela Veguín. Del bloque en el que vivía, en las viviendas de San Julián de Box, ahora hay un parque, y la antigua iglesia ha sido derruida para ampliar el cementerio. «Vivíamos en unos bloques de cuatro plantas, eran viviendas para los mineros, que según me contaron las tiraron porque los terrenos se hundían. Como también pasó con la iglesia, que era preciosa», cuenta a LA NUEVA ESPAÑA el peregrino, que ayer hizo escala en Salas en su ruta hacia Santiago.

Pero Demetrio Sánchez pronto superaría este sinsabor, al comprobar que sus antiguos conocidos aún lo recordaban. «Fue muy emocionante poder reencontrarme con antiguos vecinos, como Chon, que vivía debajo de nosotros, o como Blas Rebolledo, un amigo de la infancia», relata Demetrio Sánchez.

Acabada la visita, el peregrino retornó al albergue de Pola de Siero para hacer noche y continuar, al día siguiente, con su ruta hacia Santiago. Cumplida ya la visita a su particular templo sentimental, Demetrio Sánchez ya se marca nuevos retos para el futuro, y una vez haya llegado a la tumba del apóstol se embarcará, sin apenas descanso, rumbo a Noruega para completar el camino de San Olaf, una ruta de 640 kilómetros con inicio en Oslo y final en la catedral de Nidaros, en Trondheim, donde reposan los restos del rey Olaf Haraldsson. Una ruta que, lamentablemente para él, queda muy lejos de Tudela Veguín.