E. V.

La Iglesia asturiana se reunió ayer para despedir a uno de sus miembros más queridos. El repentino fallecimiento del sacerdote Luis Manuel Álvarez Fernández, que murió el sábado de un infarto, congregó a más de medio centenar de religiosos en la iglesia de San Pablo, para rendir homenaje a su dilatada labor pastoral. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició la ceremonia visiblemente emocionado por la defunción «del cura de las nuevas tecnologías», encargado en los últimos años del sistema informático de la diócesis asturiana.

Luis Álvarez falleció en su domicilio ovetense de la calle Bermúdez de Castro, al que acudió el Arzobispo para dar el pésame a la familia. «Lo encontré sentado en la butaca, con el semblante sereno, los ojos cerrados tras las gafas, y el teléfono móvil en la mano. Me conmovió tanto la escena que llevo dos días dándole vueltas», señaló Sanz Montes durante la homilía, en la que también destacó el carácter multidisciplinar del fallecido, «que estuvo al lado de los más desfavorecidos en el Cano Mata, supo entender a los jóvenes en el campo de las catequesis y profundizó en el conocimiento de la tecnología para aplicarla al Arzobispado».

A la iglesia de la calle de la Argañosa acudieron decenas de fieles, acostumbrados a la presencia de Luis Álvarez, que sustituía al sacerdote de San Pablo al frente de las misas de las diez de la mañana en múltiples ocasiones. El fallecido, de 72 años, era natural de Puente de los Fierros, en Lena, y comenzó su andadura en el Seminario en Covadonga. Fue uno de los fundadores del Foro Covadonga, una asociación destinada a fomentar el carácter cultural del santuario, y durante veinte años estuvo al frente de la delegación de la catequesis en la diócesis asturiana, en la que se labró grandes amistades .

Como sacerdote, trabajó en la iglesia de Ciaño, en Langreo, y compaginó su labor pastoral con la publicación de varios libros, como «Materiales catequéticos», o una obra póstuma sobre la Catedral de Oviedo, pendiente de ser publicada.

Sus cenizas serán recibidas hoy, a las 12 horas, en la iglesia de San Martín de Puente de los Fierros, para, a continuación, recibir sepultura en el cementerio parroquial.