Ya es una evidencia que hay crisis de conciertos. En realidad es una evidencia desde hace mucho tiempo. Ahora bien, hay que medir las fechas. No se puede competir con el fútbol. Estamos en Eurocopa, y eso son palabras mayores. Hay que evitar, pues, coincidir con esta competición. No se trata de evitar un partido de España, sino de evitar cualquier partido. Cualquier encuentro puede cepillarse un concierto si el concierto no tiene un plus de público con cierto poderío. El ejemplo ha sido Al Bano. Con 1.300 en el Auditorio. Con un público de toda la vida y algunos que se sumaron. Lleno y éxito. No había partido, pero si lo hubiera aguantaría ese tirón. Comentaba el organizador de la gira del italiano que la fórmula para la industria tal como está la industria es la de concierto y venta de discos in situ. Ya vimos a grandes estrellas hacerlo, como John Mayall. Al Bano hizo lo propio. Hay otros que, al margen de no conectar, se ponen estupendos, se resisten y posteriormente tienen que suspender porque no se comen un colín.