Ángel FIDALGO

El laboratorio de Aqualia de Oviedo se convierte en referente nacional al ser acreditado como Entidad Colaboradora por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, título que le habilita para realizar análisis de aguas continentales y residuales en 59 parámetros y le abre las puertas para trabajar con las depuradoras que son competencia de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

Hasta ahora el laboratorio de Aqualia, situado en el polígono del Espíritu Santo (Colloto), realizaba sólo los controles de la calidad del agua de Oviedo y la que tratan una treintena de pequeñas depuradoras. Con la nueva acreditación ve ampliado considerablemente su horizonte.

«Esta acreditación confirma al laboratorio de análisis del Servicio Municipal de Aguas como pionero y también reconoce la apuesta que la empresa está haciendo por Oviedo como capital de referencia para las iniciativas más importantes de Aqualia», destacó la concejala de Agua y Saneamiento, Inmaculada González, durante la entrega del reconocimiento del laboratorio de análisis del Servicio Municipal de Aguas de Oviedo como Entidad Colaboradora del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Jorge Suárez, responsable del laboratorio, y Alfonso Tomás, gerente de Aqualia, también destacaron la importancia de la nueva acreditación, porque les abre las puertas para realizar las analíticas necesarias para la tramitación de las autorizaciones de vertidos.

Además, el laboratorio podrá comprobar las actuaciones ejecutadas en emergencias, verificar el cumplimiento de los objetivos y normas de calidad ambiental, realizar los programas de seguimiento del estado de las aguas y otras funciones que les pueda encomendar la administración hidráulica.

En este laboratorio se realizan 46 análisis al día de muestras recogidas en otros tantos puntos, que permiten obtener al año nada menos que 44.600 determinaciones analíticas, 5.800 más de las que exige la normativa, aparte de las que hace por su cuenta Sanidad.

Además, las principales instalaciones están controladas por ordenador para conocer en tiempo real si hay algún problema con la calidad del agua, lo que permitiría corregirlo antes de que ésta llegase al consumidor.