La Universidad de Oviedo, que ha logrado salvar para este curso el listón de los 20.000 alumnos, está a unos días de inaugurar el mismo, el primero del nuevo y segundo mandato del rector Vicente Gotor, que además por estatutos será el último. La Universidad asturiana, apretada por la crisis y por la competencia de otras universidades -España tiene más que Alemania, por ejemplo- viene descendiendo año a año el número de estudiantes matriculados, lejanos ya los tiempos en que llegó a tener en un solo curso 44.000. Sin embargo, los expertos reconocen de nuestra primera institución docente un nivel medio alto. Así, por ejemplo, desde hace cuatro años, la Cátedra Ramón Areces de Distribución Comercial se dispone a preparar a un nuevo grupo de universitarios que desean convertirse en expertos en dirección de empresas de distribución comercial.

La asturianía de la dirección de El Corte Inglés, con su presidente Isidoro Álvarez a la cabeza, hace, desde los tiempos de Ramón Areces, que la Universidad de Oviedo cuente con el apoyo de la principal empresa de distribución comercial del país. En tiempos de Ramón Areces y siendo el profesor Teodoro López-Cuesta rector, El Corte Inglés facilitó a la Universidad asturiana su primer gran equipo informático, que fue instalado en el edificio de la calle González Besada.

La Cátedra Fundación Ramón Areces de Distribución Comercial -la única que existe en España- es el resultado de un convenio de colaboración firmado en julio de 2008 entre la Universidad de Oviedo y la citada Fundación. Tiene como objeto el análisis, la investigación, la docencia y la formación de jóvenes profesionales en estas áreas de la realidad, problemática y perspectivas de la distribución comercial desde todos los puntos de vista que se estimen relevantes, estando coordinado su programa por profesores de Marketing y Derecho Civil de la Universidad asturiana.

A los alumnos, una treintena, que superen el curso y asistan como mínimo un 80 por ciento de las clases se les entrega el título de la Universidad de Oviedo de experto en Dirección de Empresas de Distribución Comercial, alumnos que, además, realizan prácticas en el propio El Corte Inglés o empresas filiales y con la posibilidad de quedar como empleados en la citada empresa de distribución comercial.

El origen de esta singular cátedra, cuyo curso comenzará en octubre próximo y dura hasta marzo para titulados universitarios y profesionales del sector de la distribución, surgió gracias a la iniciativa del director de la misma, el profesor titular de Derecho Civil Eduardo Estrada Alonso, director de la Escuela de Práctica Jurídica del Principado de Asturias entre los años 2003 y 2008, siendo su despacho jurídico profesional el de Estrada-Azcona, con sede en Oviedo y en Madrid, y muy ligado profesionalmente a El Corte Inglés.

La citada compañía de distribución comercial, que en los últimos tiempos ha acometido una amplia diversificación en su actividad y aplica la filosofía de mantener la plantilla a base de reducir sus márgenes de ganancia, cuenta en estos momentos en Asturias con más de 5.000 puestos de trabajo, lo que la hace ser una de las de mayor número de empleados en el sector privado en nuestra comunidad autónoma. La cátedra a la que me refiero es una muestra del camino que debe seguir nuestra principal institución docente, esto es, fortalecer cada vez más y aprovecharse, en el buen sentido de la palabra, de su colaboración con la empresa privada, algo que no se cansa de repetir el rector Vicente Gotor, pero que no siempre logra los resultados apetecidos.