Ángel FIDALGO

Hoy es el gran día del hermanamiento en Oviedo de América con Asturias, que un año más quedará sellado por el tradicional desfile, en el que participarán doce carrozas y catorce pasos. A las 17.00 horas saldrá de la calle Independencia para recorrer el centro de la ciudad en el mayor espectáculo del año.

Una cita emblemática de las fiestas mateínas que la crisis, un año más, no logró deslucir. La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) consiguió hacer el pequeño milagro, pese a que el presupuesto total de estas fiestas se redujo un 43 por ciento en relación con las del año pasado.

«Y manteniendo calidad y la variedad». Esta precisión la hizo ayer la concejala de Festejos, Belén Fernández, durante la presentación de la 62.ª edición de este desfile, en los bajos del Carlos Tartiere, mientras se terminaban de rematar las carrozas y las reinas y sus damas subían por primera vez a los tronos.

¿Novedades? Para empezar, el desfile tendrá este año la carroza más alta de su historia, será la de Asturias, y medirá diez metros. Por eso las banderas que adornan la calle Uría este año tuvieron que ser colgadas más altas.

Otra singularidad del desfile de hoy será que, también por primera vez, habrá carrozas monocolores. La de la reina de Asturias estará sólo pintada de azul y la de Cuba, de blanco. Su diseñador, Luis Antonio Suárez, apostó por innovar: «Aunque soy consciente del riesgo, creo que merece la pena», admitió.

La marcha la abrirá la carroza del hermanamiento con Móstoles, que se formalizará mañana. El bicentenario de la Constitución de 1812 inspiró la carroza con un diseño que está basado en tres obras pictóricas: «Los fusilamientos del 3 de mayo», de Goya; «La rendición de Dupont ante el general Castaños en la batalla de Bailén», de Casado del Alisal, y «La proclamación de la Constitución de 1812», de Salvador Viniegra. Irá acompañada de una escenografía espectacular.

La ciudad norteamericana de Tampa estará representada por primera vez en el desfile, coincidiendo con la visita de una delegación de esta ciudad para celebrar los veinte años del hermanamiento entre las dos ciudades. El pirata Cascarilla y su mujer viajarán en el tiempo para recordar en Oviedo, como hacen todos los años en Tampa, cuando asolaron esta ciudad.