Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Un manual de asturianía para foráneos, porque «fuera no nos acaban de ubicar», y un ejercicio de «autoironía», producto de lo que se podría denominar la cultura del chigre. Eso es «¿Cómo ye lo nuestro?», al menos así se refiere al libro su autor, Maxi Rodríguez, que ha bebido directamente de esa fuente de conocimiento. «Aprendí a leer la vida en el chigre, no todo, claro, y por eso tengo que seguir yendo a actualizar», admitía ayer, durante la presentación organizada por Foro Abierto. No es ninguna guasa, porque para Rodríguez «el chigre es más que nuestra forma autóctona de entender la hostelería, es nuestra forma de entender la vida».

Maxi Rodríguez publica cada lunes en LA NUEVA ESPAÑA sus retablos costumbristas «Parando en Villalpando», con miles de seguidores en las páginas del periódico y en la web. «Si contactaron conmigo para este libro fue por su repercusión», reconoce. El encargo le llegó de la editorial Aguilar. «Después de varios años con la sección tengo elementos para hilvanar un libro en clave de coña», dice, y así sacó adelante «¿Cómo ye lo nuestro?».

El periodista de LA NUEVA ESPAÑA Javier Cuervo, y el contador de historias Milio´l del Nido acompañaron al autor y actor. «La literatura de humor, lo mismo que la literatura erótica, es para la intimidad», opina Cuervo y así recomendó al público que se acercó hasta la librería Cervantes que emprendiera la lectura de «¿Cómo ye lo nuestro?». Y mejor hacerlo despacio. «Es un libro que hay que leer a culinos», añadió. Cuervo se declaró «rendido admirador» de Maxi Rodríguez, leyó algunos pasajes de su serie «Parando en Villalpando» y extrajo algunas citas de «¿Cómo ye lo nuestro?». «Tengo un bebé que me caga por encima de mis posibilidades», rompió a reír al recordar esas líneas, que Maxi Rodríguez ponía en boca de uno de sus personajes hablando de la subida del IVA, y con él el resto de los asistentes. Les advirtió que en el libro encontraran «cosas villalpandinas» a las que el autor ha dotado de «un carácter ensayístico». En su opinión, «¿Cómo ye lo nuestro?» es «el primero de los libros que Maxi puede y debe escribir para explicar como ye lo nuestro».

Uno de los capítulos del libro está dedicado a los «asturiotipos», una catalogación en la que Maxi Rodríguez incluye el combayón, el benditu, el lentu, el ecosexual, el masuñón, el babayu, el grandón, el repunante. Milio´l del Nido ha llegado a la conclusión, después de leerlo, de que «Maxi representa a todos los asturiotipos». «Merez la pena leelo y si se puede leer despacio ye meyor», aconseja.

«¿Cómo ye lo nuestro?» está escrito, explicó su autor, para dar a conocer Asturias y a los asturianos, aunque para adentrarse en él los lectores de otras comunidades, advierte, «tienen que realizar una inmersión lingüística». El suyo es «un libro con acento». Ha aplicado la misma receta que en «Parando en Villalpando»: transcribir lo más fielmente posible el lenguaje de la gente común, una opción que, cuenta, le condena a ser criticado a doble banda, por los asturianistas puristas y por los partidarios del castellano. No cree que ese «acento» netamente asturiano sea un obstáculo para entender su libro más allá de Asturias. «Si somos capaces de contar lo nuestro con cierta gracia puede ser bien recibido fuera», opina. El es partidario de «combatir los clichés que nos llegan de fuera y hacerlo desde dentro» y «de sacudirnos las etiquetas que nos cuelgan: que pintamos poco, que somos una región atrasada, que vivimos de los subsidios y caminamos por caleyas». «Tenemos la capacidad de boicotearnos a nosotros mismos», lamenta.

La sidra es otro elemento fundamental de la idiosincrasia asturiana, «muy teatral», y así aparece en «¿Cómo ye lo nuestro?». Maxi Rodríguez pone en boca de uno de sus personajes una máxima que bien podría hacer suya: «Yo no dejo de aprender, toy escanciando y toy investigando».