La «operación de los Palacios»

En su origen esta operación pretendía dotar a Oviedo de equipamientos municipales en dos de las parcelas más importantes de la ciudad, la del Carlos Tartiere en Buenavista y la del apeadero de vías del Vasco en Jovellanos 2. El Ayuntamiento pedía propuestas con arquitectos de referencia e incluía en las condiciones más equipamientos municipales, como el Palacio de las Artes en el Vasco o un centro social en Buenavista. El concurso quedó desierto y Jovellanos XXI apareció con los proyectos de Calatrava en la segunda convocatoria, se presentó en solitario y ganó.

Los problemas

El contrato firmado en 2002 incluía fuertes inversiones municipales en los dos proyectos que nunca llegaron. Por eso se acabó dando más ventajas a la empresa y se redujo la presencia pública en la operación. Así, la empresa se quedó con las oficinas de consejerías que vendió en 2004 al Principado por 58 millones. Jovellanos XXI también lograría, en compensación, hacerse con los aparcamientos, poder establecer una gran superficie y el hotel. En el Vasco, en cambio, fracasaron todos los proyectos, el último el Palacio de Justicia, y finalmente procedió a construir vivienda privada, oficinas y superficie comercial.