Ch. NEIRA

Jovellanos XXI, la empresa que gestiona el Palacio de Congresos de Calatrava y que las familias Cosmen y Lago pusieron en pie en la llamada «operación de los Palacios» para impulsar equipamientos municipales en las parcelas de Buenavista y el Vasco, tal y como ellas mismas recordaban ayer a través de un comunicado, presentó ayer solicitud de concurso de acreedores, finalizado el plazo de preconcurso, para tratar de llegar a un acuerdo con sus acreedores, a los que debe unos 90 millones de euros.

Tal y como era de esperar, Jovellanos XXI anunció ayer, al concluir el plazo previsto, que había iniciado el proceso para instar el concurso de acreedores, «figura legal con la que confía alcanzar el acuerdo que no ha sido posible durante los últimos tres meses», reza el comunicado de la empresa.

En este texto, Jovellanos XXI insiste en su voluntad de mantener la actividad del Palacio de Congresos, confía en llegar a una solución con sus acreedores (fundamentalmente los bancos, aunque también alguna contrata, como la empresa de instalaciones eléctricas Ipezsa) y muestra con orgullo su trayectoria como empresa puesta al servicio de la ciudad «para dotar a Oviedo y al Principado de los equipamientos necesarios para celebrar grandes congresos y eventos», recalca al recordar el concurso al que se presentó inicialmente en la «operación de los Palacios».

El objetivo de Jovellanos XXI, ahora, es «cumplir al máximo con los compromisos y obligaciones contraídos dentro de la más estricta legalidad, tal como siempre ha actuado, así como proveer, en la medida de sus posibilidades, de lo necesario para el normal funcionamiento del Palacio». La empresa saca pecho con los resultados en Buenavista, donde «la ciudad dispone sin inversión pública alguna más allá del terreno cedido temporalmente de un Palacio de Exposiciones y Congresos que se ha revelado como un magnífico dinamizador del sector servicios local y regional». Y aprovecha para hacer cuentas de los beneficios que el Palacio de Calatrava ha traído a la ciudad: «Desde su puesta en marcha han hecho uso de sus instalaciones 52.130 personas, quienes en muchos casos han viajado a Oviedo acompañadas, y su estancia ha repercutido muy favorablemente en la hostelería, hotelería, comercio, taxis y demás transportes, entre otros segmentos de la actividad económica local y regional».

¿Qué ha sucedido entonces para que Jovellanos XXI tenga que recurrir al concurso de acreedores con una deuda de 90 millones de euros? La empresa culpa a la crisis y en especial a los problemas en el Vasco, la otra pata, finalmente fallida, de la llamada «operación de los Palacios». «La prolongada indefinición del contenido de la parcela del Vasco», explica la nota, «así como el negativo entorno económico que se vive han sido, junto a las nuevas exigencias financieras que el sector bancario está aplicando, factores determinantes de la situación actual». Jovellanos XXI cita aquí cómo se pensaban hacer dos equipamientos al tiempo y cómo «la realidad distó mucho de lo previsto en el acuerdo suscrito con el Ayuntamiento de Oviedo, ya que los sucesivos proyectos para la parcela -Palacio de las Artes, Facultad de Bellas Artes, Palacio Municipal, Torres de Calatrava, Palacio de Justicia- no sólo supusieron sobrecostes notables y mayores necesidades financieras, sino que impidieron desarrollar la operación en el marco económico favorable de aquella época».

Tras lo que parece un tirón de orejas al Ayuntamiento, Jovellanos XXI admite que el proyecto también ha sufrido «fuertes desviaciones presupuestarias y de plazos en la ejecución» y una «desaceleración» en la actividad congresual.